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Ahora que hay muchos niños en casa debido a la cuarentena por COVID-19, si tienes alfombras en tu hogar, quizás sea el momento de que consideres redecorar una vez que finalice la crisis, pues un equipo de investigadores afirma que las alfombras más viejas son una fuente importante de exposición a productos químicos nocivos conocidos como PFAS. Los hallazgos se publicaron en la revista Chemosphere.

Las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) están asociadas a graves riesgos para la salud en niños y adultos, que incluyen desarrollo neurológico deteriorado, disfunción del sistema inmunitario, alteración hormonal y cáncer.

Estos químicos alguna vez se usaron para hacer que las alfombras fueran resistentes a las manchas y al suelo, pero la mayoría de los fabricantes recientemente dejaron de utilizarlos. Lo anterior significa que las familias, las escuelas y las guarderías pueden eliminar la exposición de los niños a las PFAS reemplazando las alfombras más viejas, indican los autores del estudio.

«Desde la hora de juego hasta la siesta, los niños en edad escolar pasan mucho tiempo en el piso», comentó la autora principal del estudio, Marta Venier, científica asociada en la Escuela de Asuntos Públicos y Ambientales de la Universidad de Indiana, en Bloomington (Estados Unidos).

«Las PFAS dañinas en las alfombras y el polvo se acumula en las manos y los juguetes de los niños, que comúnmente se los llevan a la boca. Asimismo, los bebés y los niños pequeños gatean y juegan en las alfombras de sus hogares», refirió Venier.

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Para el estudio, los investigadores midieron las concentraciones de PFAS en muestras de alfombras y polvo recolectadas en 18 centros de cuidado infantil de California en 2018. Tanto las muestras de alfombras como las de polvo contenían niveles significativos de 40 químicos PFAS, y las alfombras parecían ser una de las fuentes.

Los resultados del trabajo muestran que las PFAS en las alfombras representan un riesgo para la salud de los niños en contacto con las alfombras.

La mayoría de las tiendas ya no venden alfombras con PFAS, aseguraron los autores del estudio.

Tom Bruton, coautor de la investigación y científico senior en el Instituto de Política de Ciencia Verde en Berkeley, California., dijo que esto representa una gran victoria para la salud de los niños.

«Con las alfombras sin PFAS más disponibles, las familias pueden reemplazar las alfombras viejas y proteger la salud de los niños evitando que se expongan a estos químicos peligrosos y duraderos», enfatizó Bruton.

 

Vía: Health Day News