lecheLos niños que sufren alergia a la leche de vaca presentan una menor densidad ósea, así como una deficiencia de calcio en sus dietas, comparados con aquellos que sufren otro tipo de alergias alimenticias, de acuerdo a un estudio.

Frente a esta afectación, deben evitarse los productos lácteos, por lo que algunos niños se enfrentan a dificultades para obtener suficiente calcio y vitamina D, aunque recurran a sustitutos de la leche, según Anne Des Roches, especialista en nutrición.

“Los bebés pueden tomar fórmula en lugar de leche, y los niños mayores pueden acceder a la leche de soja, de arroz o de almendras, pero éstas pueden ser menos nutritivas”, dijo.

Entre 2011 y 2014, los investigadores analizaron a 52 niños con alergia a la leche de vaca y a 29 niños que tenían otras alergias alimentarias —todos de siete años, aproximadamente—.

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Durante el estudio, se midió la composición corporal, así como los niveles de vitamina D en la sangre, y la densidad mineral ósea de la columna vertebral. De igual manera, se realizaron cuestionarios dietéticos para evaluar el calcio en la dieta y la ingesta de vitamina D.

En los resultados pudo observarse que más del 60% de los niños con alergia a la leche de vaca no cumplía con las cantidades recomendadas de calcio, en comparación con el 25% de los niños que presentaban otras alergias alimentarias.

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Asimismo, los niños del primer grupo tuvieron una menor densidad mineral ósea —vinculada a un mayor riesgo de fractura— y 6% presentó una masa ósea deficiente; mientras que ninguno de los niños en el grupo de comparación sufría estos problemas, de acuerdo con los resultados en la revista Pediatrics.

Los expertos recomiendan que los padres se aseguren de que sus hijos tomen suficiente calcio y vitamina D, con el fin de tener huesos fuertes y evitar problemas óseos.

Algunos sustitutos lácteos, como la soja, son de gran ayuda. De igual manera puede recurrirse al pescado y a los frutos secos, así como a las verduras. También, es recomendable que los niños practiquen actividades físicas.

 

Vía: Reuters Health