Pocos ingredientes abarcan la gama de cocinas internacionales tanto como el ajo. Este vegetal tiene una historia rica e interesante como alimento tanto aromatizante como medicinal.

Siendo el bulbo de una planta del género Allium (al que también pertenecen las cebollas y el cebollín), el ajo contiene potentes propiedades antibacterianas y antimicrobianas, y es inmensamente sabroso así como extremadamente bajo en calorías.

Existen más de 30 variedades de ajo, desde el elefante hasta el rosado o morado, todas con un sabor salado. Aunque la mayoría de las recetas que requieren ajo implican picar dientes crudos y agregarlos tal como están para no cocinar platos o saltearlos como parte de una receta, asar o tostar ajo resalta su dulzura natural, reduce su picante y convierte cada diente en una pasta para untar.

El ajo asado es ideal para aderezos y salsas para ensaladas, ya que no dominará a los otros ingredientes y se mezclará suavemente. Para platos cocinados, simplemente reemplaza el ajo crudo con la cantidad equivalente de ajo asado y reduce el tiempo de cocción en consecuencia. Para una merienda rápida, exprime un diente asado de ajo en una galleta y extiéndelo como mantequilla.

Asar uno o más bulbos a la vez significa que habrás cocinado ajo para cada ocasión que lo necesites durante la semana siguiente.

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Ajo asado

  • 1 o más cabezas de ajo
  • 1/4 cucharadita de sal por cada cabeza
  • 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen para cada cabeza

Precalienta tu horno a 200 grados Celsius. Forra una bandeja para hornear con un trozo de papel pergamino de 20 por 30 cm.

Corta la parte superior de cada bulbo de ajo y deséchalo, o usa cualquier trozo para otra receta. Coloca el bulbo o bulbos sobre el pergamino. Espolvorea con sal y rocía con aceite. Dobla el papel pergamino por encima, luego gira los extremos del papel y mételos debajo para formar un paquete.

Asa de 30 a 35 minutos hasta que el ajo esté suave al tacto y dorado por encima. Deja enfriar y luego úsalo de inmediato o almacénalo en el refrigerador en un recipiente hermético, donde podrás conservarlo hasta por cinco días.

 

Vía: Health Day News