El tracto gastrointestinal es una de las partes más importantes de la anatomía humana, especialmente en los niños, cuyo crecimiento y desarrollo dependen de una buena nutrición y, por lo tanto, de una buena digestión.

Desafortunadamente, existen muchas afecciones gastrointestinales crónicas que pueden interrumpir y dañar la salud gástrica de un menor, así lo indica Wendy Jeshion, codirectora de gastroenterología pediátrica en el Hospital Infantil Joseph M. Sanzari del Centro Médico de la Universidad de Hackensack (Estados Unidos).

«En mi especialidad, que es la gastroenterología pediátrica, vemos un amplio espectro de enfermedades y trastornos que afectan el sistema digestivo», apuntó Jeshion, quien nos menciona las afecciones gastrointestinales crónicas más comunes entre los niños:

  • Enfermedad celíaca: en las personas celíacas, la ingestión de gluten —una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno— desencadena una respuesta del sistema inmunológico que daña el intestino delgado y provoca una variedad de síntomas, que incluyen diarrea, dolor abdominal, baja estatura y pérdida de peso.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): la EII comprende dos trastornos digestivos importantes: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. El primero es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por inflamación e irritación en cualquier parte del tracto digestivo. El segundo afecta específicamente al colon, que suele verse salpicado de úlceras o llagas. Los síntomas de ambos pueden incluir dolor abdominal, sangrado rectal, pérdida de peso y diarrea. Aunque se desconoce su causa, se cree que el sistema inmunológico y la genética juegan un papel clave.
  • Esofagitis eosinofílica (EoE): la EoE es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago (el tubo que conecta la boca con el estómago). Aunque se desconoce su causa exacta, se cree que es una respuesta del sistema inmunológico a las alergias alimentarias en las que los glóbulos blancos se acumulan en el esófago, lo que provoca una inflamación que dificulta la deglución. Los síntomas incluyen náuseas, sensación de que algo está alojado en la garganta, regurgitación de alimentos y comida atascada en el esófago.

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Síntomas que debes vigilar

Debido a que muchos problemas gastrointestinales graves comienzan pareciendo problemas estomacales inofensivos, es importante que conozcas las señales de alerta. De acuerdo con Jeshion, las más evidentes son:

  • Diarrea persistente
  • Vómitos sin causa
  • Estreñimiento prolongado
  • Sangrado rectal
  • Dolor abdominal crónico
  • Dificultad persistente para tragar
  • Poco aumento de peso
  • Pérdida de peso repentina
  • Baja estatura

Si tu hijo presenta uno o varios de estos síntomas, acude con su pediatra a la brevedad, pues podría tratarse de alguna de las afecciones gastrointestinales antes mencionadas.

 

Vía: Hackensack Meridian Health