La presión de los compañeros para consumir alcohol y sustancias adictivas puede contribuir a los trastornos por consumo de sustancias, lo que a su vez puede conducir a la adicción. La presión de grupo puede ser tanto positiva como negativa, ya que en algunos casos, las personas pueden presionar a otras para que no utilicen sustancias recreativas ni alcohol.

La presión de grupo también es muy compleja, ya que no siempre es directa. En ocasiones, puede manifestarse como una presión indirecta, como cuando una persona percibe que muchos o incluso todos sus compañeros consumen estupefacientes.

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Las normas sociales de los compañeros también pueden actuar como una manera de presionar por parte de ellos. Por ejemplo, si una persona se da cuenta de que su grupo de amigos pasa mucho tiempo bebiendo, puede sentir presión para beber, incluso en ausencia de presión directa de los compañeros.

La presión de grupo interactúa con muchos otros factores, incluida la presión y el apoyo de la familia, para afectar la probabilidad general de consumo de alcohol y de sustancias adictivas. Asimismo, diversas investigaciones muestran que las personas con ciertos rasgos de personalidad pueden ser más vulnerables a la presión de los compañeros, y que dicha presión afecta a los adultos, así como a los niños y adolescentes.

 

Fuente: Medical News Today