,

Los adultos que vapean (fuman cigarros electrónicos) podrían sufrir un derrame cerebral al menos una década más jóvenes que los que fuman tabaco, así lo reveló un nuevo estudio preliminar que será presentado durante la reunión anual virtual de la Asociación Estadounidense del Corazón.

Los usuarios de cigarros electrónicos tienen un riesgo 15% mayor de evento vascular cerebral (EVC) a una edad más temprana, en comparación con los fumadores de tabaco tradicionales, mostraron los hallazgos.

«La edad promedio para sufrir un derrame cerebral fue de 48 años para los usuarios de cigarros electrónicos en comparación con los 59 años para los fumadores tradicionales de tabaco», señaló el doctor Neel Patel, investigador en el departamento de salud pública de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en Nueva York.

Las personas que fuman y vapean tienden a sufrir un derrame cerebral a los 50 años en promedio, mostró el estudio.

Estos resultados muestran que los cigarros electrónicos no son tan benignos como se pensaba a primera vista, subrayó la doctora Karen Furie, directora del departamento de neurología de la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown.

«Los niños y los adultos jóvenes comienzan a usar cigarros electrónicos teniendo la percepción de que conllevan menos riesgos de enfermedad cardíaca y EVC. Pero de hecho, este estudio sugiere que puede haber un efecto perjudicial que aumenta el riesgo de derrame cerebral», señaló Furie.

Para el trabajo, los investigadores analizaron datos de la Encuesta Nacional de Evaluación de Salud y Nutrición de Estados Unidos, que fueron recopilados entre 2015 y 2018. De esta forma, identificaron a casi 80,000 adultos con antecedentes de EVC que fumaban o vapeaban.

Conoce más: ¿Por qué no se debe ‘vapear’ en hogares donde hay niños?

Entre las personas identificadas, poco menos del 10% vapeaba, el 61% fumaba y el 30% usaba ambos métodos.

El evento vascular cerebral fue más frecuente entre los fumadores de tabaco tradicionales. Casi el 7% de los fumadores había sufrido un EVC en comparación con el 1% de los usuarios de cigarros electrónicos y el 4% de las personas que combinaban fumar y vapear.

Sin embargo, los usuarios de cigarros electrónicos tendían a sufrir un EVC años antes que sus homólogos fumadores.

«Es muy posible que la exposición a una edad más temprana pueda causar daño irreversible a los vasos sanguíneos en todo el cuerpo, particularmente en el cerebro», apuntó Furie.

Cuando el líquido de un cigarro electrónico se sobrecalienta, este forma un vapor inhalable que contiene una serie de sustancias tóxicas, incluyendo formaldehído, partículas finas, benceno, tolueno, xilenos, compuestos orgánicos volátiles e hidrocarburos aromáticos policíclicos, indicó Patel.

Vapear tales toxinas puede aumentar la inflamación en el cerebro, debilitar la barrera hematoencefálica, aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, interrumpir la función de los vasos sanguíneos y promover la coagulación en las arterias, siendo todos estos factores de riesgo de evento cerebrovascular, advirtió Patel.

Por lo anterior, las personas que están pensando en usar cigarros electrónicos para ayudarse a dejar de fumar deben tomar en cuenta estos resultados, así como el hecho de que las personas que vapean tienen muchas más probabilidades de recaer en el hábito de fumar, destacó el doctor Urvish Patel, investigador académico y director de educación en los Departamentos de Salud Pública y Neurología de la Escuela de Medicina Icahn, así como coautor del estudio.

«Los alentaríamos a que no se cambien a los cigarros electrónicos», enfatizó Patel.

 

Fuente: Health Day News