Suave, de apoyo y terapéutico son solo algunas palabras que describen el yoga restaurativo. En esencia, el yoga restaurativo es una práctica de curación pasiva.

Este estilo de yoga es conocido por su capacidad para activar el sistema nervioso parasimpático, la parte de «descanso y digestión» de tu sistema nervioso que ayuda a mantener las funciones básicas funcionando como deberían.

Como sugiere el nombre, este estilo de yoga «restaura» el cuerpo a su función del sistema nervioso parasimpático, que, a su vez, ayuda a que el organismo pueda descansar, sanar y restablecer el equilibrio.

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Al permitir tiempo para asanas más largas (posturas o poses) y una respiración más profunda, el yoga restaurativo promueve o provoca una respuesta de relajación, la cual puede ayudar a ralentizar la respiración, reducir la presión arterial y producir una sensación de calma y mayor bienestar.

Una característica clave del yoga restaurativo es el uso de accesorios como bloques, cojines o mantas. Los accesorios te ayudan a mantener posturas pasivas durante más tiempo sin esforzarte ni cansar tus músculos. También te permite sentirte cómodo(a) y apoyado(a), independientemente de tu experiencia con el yoga.

Finalmente, dado que se te anima a relajarte por completo en la postura mientras te concentras en la respiración, el yoga restaurativo te permite liberar la tensión en los músculos durante períodos más largos y sin molestias.

Fuente: Healthline