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La actividad física es una parte importante de tu plan de control de la diabetes. Cuando haces ejercicio, tus músculos utilizan azúcar (glucosa) para obtener energía. Asimismo, el ejercicio regular ayuda a tu cuerpo a usar la insulina de manera más eficiente.

Tales factores trabajan juntos para reducir tu nivel de glucosa sanguínea. Cuanto más extenuante sea tu entrenamiento, más durará el efecto. Pero incluso las actividades livianas, como las tareas del hogar, la jardinería o estar de pie durante períodos prolongados, pueden mejorar tu nivel de azúcar en sangre.

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¿Qué debes hacer?

  • Habla con tu médico acerca de un plan de ejercicios. Pregúntale qué tipo de actividad física es apropiada para ti. En general, la mayoría de los adultos deben realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada. Trata de realizar unos 30 minutos de actividad aeróbica moderada diaria la mayoría de los días de la semana.
  • Si has estado inactivo(a) durante mucho tiempo, es posible que tu médico quiera comprobar tu estado general de salud antes de aconsejarte. Ella o él pueden recomendar el equilibrio adecuado de ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular.
  • Mantén un programa de ejercicios. Habla con tu médico sobre cuál es el mejor momento del día para realizar ejercicio, de modo que tu rutina de ejercicios esté coordinada con tus horarios de comidas y medicamentos.
  • Conoce tus números. Habla con tu médico acerca de qué niveles de azúcar en la sangre son apropiados para usted antes de comenzar a hacer ejercicio.
  • Revisa tu nivel de azúcar de sangre. Controla tu nivel de azúcar sanguínea antes, durante y después del ejercicio, especialmente si usas insulina o medicamentos que reducen la glucosa en sangre. El ejercicio puede reducir tus niveles de azúcar incluso hasta un día después, especialmente si la actividad es nueva para ti o si estás haciendo ejercicio a un nivel más intenso. Mantente atento(a) a las señales de advertencia de niveles bajos de azúcar en sangre, como temblores, debilidad, cansancio, hambre, aturdimiento, irritabilidad, ansiedad o confusión.
  • Si usas insulina y tu nivel de azúcar en sangre está por debajo de 90 miligramos por decilitro (mg/dL), o 5.0 milimoles por litro (mmol/L), come un refrigerio pequeño antes de comenzar a hacer ejercicio para prevenir un descenso en el nivel de glucosa.
  • Mantente hidratado(a). Bebe mucha agua u otros líquidos mientras haces ejercicio, ya que la deshidratación puede afectar los niveles de azúcar en sangre.
  • Procura siempre estar preparado(a). Nunca olvides llevar contigo un refrigerio pequeño o tabletas de glucosa durante el ejercicio en caso de que tu nivel de azúcar en sangre baje demasiado. Usa un brazalete de identificación médica.
  • Ajusta tu plan de tratamiento de la diabetes según sea necesario. Si usas insulina, es posible que debas reducir la dosis antes de hacer ejercicio y monitorear de cerca tu nivel de glucosa en la sangre durante varias horas después de una actividad intensa, ya que a veces puede presentarse hipoglucemia retardada. Tu médico puede aconsejarte sobre los cambios apropiados en tu medicación. También es posible que debas ajustar el tratamiento si incrementaste tu rutina de ejercicios.

RECUERDA: La insulina y otros medicamentos para la diabetes están diseñados para reducir los niveles de azúcar en sangre cuando la dieta y el ejercicio por sí solos no son suficientes para controlar la diabetes. Sin embargo, la eficacia de estos medicamentos depende del momento y el tamaño de la dosis. Las medicinas que tomas para afecciones distintas a la diabetes también pueden afectar tus niveles de azúcar en sangre.

 

Fuente: Mayo Clinic