Existen dos pilares que sostienen una buena salud, la alimentación balanceada y la actividad física recurrente. Este último factor tiene una fuerte relación con la prevención de enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes tipo 2.

La actividad física engloba cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos —que exija gasto de energía—. Sorprendentemente, el sedentarismo representa el cuarto factor de riesgo en cuanto a muerte se refiere, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El peligro de la inactividad se extiende a todo el organismo, pues representa una de las principales causas del cáncer de mama y colon (21%-25%); la diabetes (27%) y la cardiopatía isquémica (30%). ¿Sabías que al menos un 60% de la población a nivel mundial no realiza la actividad física necesaria?

Así como la falta de movimiento conduce a enfermedades graves, su práctica recurrente puede prevenir muchos males y asegurar una buena calidad de vida. A decir de la OMS, mantener un estilo de vida activo reduce, considerablemente, el riesgo de:

  1. Hipertensión
  2. Cardiopatía coronaria.
  3. Accidente cerebrovascular.
  4. Diabetes.
  5. Cáncer de mama y colon.
  6. Depresión.
  7. Osteoporosis.
  8. Obesidad y sobrepeso.

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Es importante no confundir la actividad física con el ejercicio. Este último engloba la actividad física planificada y estructurada, la cual se realiza por un objetivo específico. Si bien se relacionan, la actividad física abarca muchas acciones que entrañan movimiento corporal, como el juego, el trabajo, las tareas domésticas, el transporte activo y las actividades recreativas.

En el marco del Día Mundial de la Actividad Física te invitamos a mover tu cuerpo y dejar de lado los pretextos. Hazlo por una buena calidad de vida, ¡mejora tu salud!

 

Vía: OMS/ Notimex