Al igual que los adultos, los niños necesitan hacer ejercicio. La mayoría de los niños necesitan, por lo menos, una hora de actividad física todos los días. El ejercicio habitual ofrece muchos beneficios para los niños. Puede ayudar a:

  • Sentirse menos estresados.
  • Sentirse mejor con ellos mismos.
  • Estar más preparados para aprender en la escuela.
  • Mantener un peso saludable.
  • Desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones sanos.
  • Dormir mejor por las noches.

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Sedentarismo durante la niñez

A medida que los niños pasan más tiempo viendo la televisión, dedican menos tiempo a correr y jugar. Los padres y tutores deben limitar el tiempo frente a la televisión en casa, así como los videojuegos y la computadora. 

De igual forma, deben poner un buen ejemplo siendo activos. Ejercitarse juntos puede ser divertido para todos. 

Los deportes de competencia pueden ayudar a que los niños tengan una buena condición física. Caminar o ir en bicicleta a la escuela, bailar, jugar a los bolos y practicar yoga son otras formas de ejercicio para los niños.

¿Cómo podemos mantener a los niños motivados?

Los niños pueden estar en forma aunque no ganen ningún trofeo. La clave consiste en buscar actividades que disfruten. Las opciones son muchas, desde deportes organizados hasta patinaje en línea, ciclismo, tenis o natación.

Cuando los niños disfrutan de una actividad, vuelven a hacerla, mejoran, se sienten realizados y quieren dedicar más tiempo a esa actividad. Del mismo modo, si se les obliga a hacer actividades que no son de su agrado, es poco probable que quieran participar, terminarán frustrados y sentirán que el ejercicio físico es una obligación.

Al escoger actividades, considera los intereses, habilidades y el tipo de cuerpo de tu hijo. Para los niños más grandes, el fútbol americano puede ser un buen deporte porque el tamaño es una ventaja. Si el niño es más menudo, tal vez disfrute del béisbol o de un deporte que no sea en equipo.

Ante cualquier duda sobre la actividad física que debe seguir tu pequeño, consulta a un entrenador o profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos