Cuando nadas, el oxígeno que utilizas para hacerlo activa tu cerebro y libera toxinas. De hecho, al concentrarte en la respiración, tu cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés. No obstante, este tipo de ejercicio debe realizarse con cierta cautela, sobre todo si se trata de niños.

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Los siguientes consejos para nadar con seguridad pueden ayudar a reducir los riesgos asociados a este tipo de actividad física:

  1. Nada en áreas designadas para tal fin, como piscinas y secciones acordonadas de lagos y otros cuerpos de agua. Si es posible, nada en áreas supervisadas por salvavidas o socorristas.
  2. Si no estás nadando bajo la supervisión de un salvavidas, lleva a una amiga o amigo contigo.
  3. Considera tomar lecciones de natación si eres nuevo(a) en esta actividad. Puedes inscribirte en clases apropiadas para tu edad a través de diferentes programas que se otorguen en tu área.
  4. Si vas a nadar al aire libre, utiliza protector solar de al menos FPS 15 o superior para proteger tu piel. También es posible que desees evitar nadar entre las 10 a.m. y las 4 p.m. cuando el sol pega con más fuerza.
  5. No olvides beber agua aunque no tengas sed. Aunque te sientas fresco(a) por el agua, existe la posibilidad de que te deshidrates mientras nadas. Por ello, procura beber mucha agua y evitar las bebidas con alcohol o cafeína.
  6. Los niños siempre deben ser supervisados ​​cuando estén cerca del agua. Nunca dejes que los menores (sobre todo los más pequeños) naden solos, a fin de evitar el riesgo de ahogarse.

 

Fuente: Healthline