A continuación te dejamos algunos tips si eres principiante en la práctica de ejercicio:

1. Hidrátate

Beber líquidos a lo largo del día es esencial para mantener niveles saludables de hidratación. La reposición de líquidos durante el ejercicio es esencial para mantener un rendimiento óptimo, especialmente cuando se realiza en temperaturas altas.

Además, hidratarte después de tu entrenamiento puede ayudar a recuperarte y prepararte para tu próxima sesión de entrenamiento.

2. Optimiza tu nutrición

Asegúrate de consumir una dieta balanceada para apoyar tu programa de acondicionamiento físico.

Todos los grupos de alimentos son necesarios para mantener niveles saludables de energía y aprovechar al máximo tu entrenamiento. Los carbohidratos son vitales, ya que pueden alimentar tus músculos antes del ejercicio.

Los carbohidratos también son importantes después del ejercicio para reponer las reservas de glucógeno y ayudar con la absorción de aminoácidos en los músculos durante la recuperación.

Además, la proteína ayuda a mejorar la recuperación muscular después del ejercicio, así como a reparar el daño en los tejidos y a desarrollar masa muscular.

Por último, se ha demostrado que el consumo regular de grasas saludables ayuda a quemar grasa corporal y a conservar el combustible muscular durante los entrenamientos, lo que hace que tu energía dure más tiempo.

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3. Realiza calentamiento

Es importante calentar antes de tu entrenamiento. Si lo haces, puedes ayudar a prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento deportivo. También puede ayudar a mejorar tu flexibilidad y reducir el dolor después de que entrenes.

Simplemente comienza tu entrenamiento con algunos ejercicios aeróbicos como balanceos de brazos, patadas de piernas y estocadas para caminar.

De manera alterna, puedes calentar realizando movimientos fáciles del ejercicio que planeas hacer. Por ejemplo, camina antes de correr.

4. Refréscate

El enfriamiento también es importante porque ayuda a que el cuerpo vuelva a su estado normal. Tomarte un par de minutos para refrescarte puede ayudar a restaurar los patrones de respiración normales e incluso reducir la posibilidad de dolor muscular.

Algunas ideas para relajarte incluyen caminar ligero después del ejercicio aeróbico o estirarte después del entrenamiento de resistencia.

5. Escucha a tu cuerpo

Si no estás acostumbrado(a) a hacer ejercicio todos los días, toma en cuenta tus límites.

Si sientes dolor o malestar mientras haces ejercicio, detente y descansa antes de continuar. Aguantar el dolor no es una buena idea, ya que puede causar lesiones. Además, recuerda que hacer ejercicio más duro y más rápido no es necesariamente mejor.

Tomarte tu tiempo para progresar en tu programa de acondicionamiento físico puede ayudarte a mantener tu rutina a largo plazo y aprovecharla al máximo.

 

Fuente: Healthline