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Como si los bochornos severos solos no fueran un problema suficiente para las mujeres con menopausia, un nuevo estudio publicado en la revista Menopause encontró que estos síntomas también podrían estar relacionados con un mayor riesgo de apnea del sueño y problemas cardíacos.

El estudio incluyó a casi 1,700 mujeres de mediana edad, en donde alrededor del 25 por ciento tenía un riesgo intermedio o alto de apnea obstructiva del sueño; por ejemplo, generalmente eran mayores, tenían niveles más altos de grasa corporal y tenían presión arterial alta.

En comparación con las mujeres que tenían bochornos leves o sin sofocos, las que informaron bochornos severos tenían casi el doble de probabilidades de tener apnea obstructiva del sueño, hallaron los investigadores.

En la apnea del sueño, las pausas en la respiración o la respiración superficial evitan que una persona duerma bien durante la noche.

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La apnea del sueño se ha relacionado con un riesgo significativamente mayor de enfermedad cardíaca, presión arterial alta, accidente cerebrovascular, depresión y muerte prematura, apuntaron los autores del estudio.

Según JoAnn Pinkerton, directora ejecutiva de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, «la interrupción del sueño es una queja común en la menopausia. Es importante reconocer la gran cantidad de trastornos del sueño no diagnosticados, incluida la apnea obstructiva del sueño«.

Cabe destacar que aunque el estudio encontró una asociación entre los bochornos intensos y el trastorno crónico del sueño, no demostró una relación de causa y efecto.

«Los dolores de cabeza temprano en la mañana o la somnolencia diurna excesiva deberían generar preocupación por la apnea obstructiva del sueño y señalar una posible necesidad de realizar una prueba de apnea del sueño«, sugirió Pinkerton.

 

Vía: Health Day News