Si eres un cuidador o cuidadora, seguramente te encuentras bajo mucho estrés. Es común que los cuidadores se olviden un poco de su salud a causa de estar al pendiente de otra u otras personas, lo que puede derivar en lo que los médicos llaman «agotamiento del cuidador», así lo indica la Asociación Americana del Corazón (AHA).
El agotamiento del cuidador es causado por sufrir demasiado estrés a largo plazo. Este ocurre cuando el cuidador se siente abrumado y no es capaz de satisfacer las demandas constantes de quien está a su cargo. Conforme el estrés va avanzando, el cuidador comienza a perder el interés o la motivación que lo llevó a asumir ese papel.
Esto es un reflejo de que la salud emocional y psicológica de estas personas no están bien, lo que a su vez puede afectar su salud física, de ahí la importancia de que los cuidadores se den el tiempo que deben para cuidarse y aprendan a detectar las señales que indican el agotamiento antes citado, para que busquen ayuda profesional si no la están recibiendo.
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Ante ello, la AHA nos menciona los signos que indican agotamiento del cuidador:
- Uso excesivo de alcohol, medicamentos o pastillas para dormir.
- Cambios en el apetito: comer demasiado o muy poco.
- Depresión, desesperanza, sentimientos de alienación, falta de energía para hacer cosas nuevas.
- Perder el control física o emocionalmente.
- Negligencia o tratar bruscamente a la persona que atiendes y cuidas.
- Problemas para conciliar el sueño o quedarte dormido(a).
- Dificultad para concentrarte.
- No acudir a las citas.
RECUERDA: Si reconoces algunas de estas señales de advertencia, no las ignores, pues solo empeorarás tu situación. Toma medidas que te hagan retomar el equilibrio, incluyendo acudir con el médico y con un profesional de la salud mental.
