Comer más sano no significa que no puedas disfrutar de ricos postres, sólo debes de tomar mejores decisiones al momento de prepararlos.

La Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos recomienda lo siguiente:

  1. Hornea con ingredientes de calidad. Por ejemplo, usa semillas de vainilla en lugar de extracto de vainilla.
  2. Haz puré de frutas o verduras para sustituir el uso de aceite o mantequilla.
  3. Sustituye por lo menos la mitad de la harina blanca en tu receta por harina de trigo integral.
  4. Opta por usar leche baja en grasa en lugar de leche normal.
  5. Evita agregar queso crema en el glaseado y sustitúyelo por yogur griego.
  6. Evita la mantequilla y reemplázala con un aceite que sea saludable para el corazón, como el de canola.
  7. Reduce el azúcar que utilizarás en tu receta en un 25 por ciento, lo cual no debe sacrificar el sabor.
  8. Limita el tamaño de las porciones de tus golosinas o postres favoritos, que pueden estar cargados con azúcar, grasas y calorías. Opta por mini cupcakes, o parte tus postres en cuadrados de 2 pulgadas (5 centímetros).

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Recuerda que saborear un buen postre no implica que la receta deba incluir los ingredientes clásicos, pues la mayoría de ellos aportan muchas calorías y grasa que afectarán negativamente a tu organismo. Sigue estos consejos y verás cómo tu postre sigue teniendo un gran sabor con el plus de que será saludable.

 

Vía: Health Library