La salud arterial, que incluye a los vasos sanguíneos, es una de las más subestimadas y, por ende, causante de muchos problemas de salud entre la población adulta.

Con el paso del tiempo, los vasos sanguíneos se hacen más rígidos y la presión arterial aumenta, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca y de sufrir un evento vascular cerebral (EVC).

Sin embargo, esta situación puede revertirse desde nuestra juventud, apuntó el doctor Teemu Niiranen, becario de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y del Estudio Cardiaco de Framingham, en Estados Unidos.

De acuerdo con un reciente estudio, encabezado por el doctor Niiranen, existen una serie de hábitos que pueden favorecer el tener unos vasos sanguíneos limpios, flexibles y sanos como si tuviéramos 20 años incluso después de tener más de 70 años de edad.

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La enfermedad cardíaca en realidad es una enfermedad del estilo de vida, indicó el especialista. Por lo que llevar una vida de malos hábitos alimenticios y sedentarismo cobra un precio y “cuando uno supera los 70 años, es difícil mantener un sistema vascular normal”, aseveró.

El estudio, que apareció publicado en la revista especializada Hypertension, encontró que las personas que cumplían siete hábitos clave tenían 10 veces más probabilidades de tener los vasos sanguíneos sanos mientras envejecían. Estos hábitos son:

1 Mantener una presión arterial normal.

2 Mantener un colesterol bajo.

3 Mantener el azúcar en la sangre bajo.

4 Permanecer activo físicamente.

5 Comer de forma saludable.

6 Mantener un peso saludable.

7 No fumar.

Quizá no hayamos encontrado la fuente de la juventud, pero ahora sabemos que podemos mantener nuestras arterias jóvenes”, dijo al respecto el doctor Byron Lee, profesor de medicina y director de los laboratorios y las clínicas de electrofisiología en la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos.

Realizar cosas sencillas como comer bien, permanecer activo y gestionar la presión arterial y el colesterol ralentiza, y a veces incluso detiene, el endurecimiento de las arterias que antes se consideraba inevitable, señaló el doctor Lee.

 

Vía: Health Library