,

La costra láctea, médicamente llamada dermatitis seborreica infantil, es una afección relativamente inofensiva que produce parches de piel ásperos y escamosos en el cuero cabelludo de los recién nacidos.

La costra láctea es fácil de reconocer debido a que los parches de escamas son grandes, grasientos, amarillos o marrones.

Las escamas se descarapelan y pueden hacer que la piel afectada se vea roja. A veces, el cabello se desprenderá junto con las escamas, pero no es nada preocupante, pues volverá a crecer.

Aunque generalmente ocurre en el cuero cabelludo, la dermatitis seborreica infantil también puede afectar la cara, las orejas, el cuello, el área del pañal y las axilas, así como la zona detrás de las rodillas.

Conoce más: ¿Cómo mejorar la apariencia de la piel grasa?

La afección no es contagiosa y generalmente desaparece sin tratamiento. No obstante, el sitio web KidsHealth.org sugiere visitar a un médico si:

  1. Estás tratando la costra láctea por primera vez.
  2. Tu hijo tiene la condición en lugares donde no hay cabello.
  3. No estás viendo que haya resultados con los tratamientos caseros.
  4. La erupción empeora o cubre grandes partes del cuerpo.
  5. La erupción está causando pérdida de cabello o picazón en la piel de tu hijo.
  6. La piel afectada se vuelve roja, comienza a drenar líquido o se siente caliente, lo cual podría ser un signo de infección.
  7. Tu hijo tiene un sistema inmune debilitado.

Al día de hoy, los especialistas no tienen claro qué es lo que causa la costra láctea, aunque podría estar relacionada con:

  • Altos niveles de una sustancia aceitosa llamada sebo (que produce naturalmente el cuerpo para lubricar, proteger y mantener blanda la piel) en las áreas afectadas.
  • Una reacción a una levadura llamada Malassezia, que forma parte de la microbiota de la piel de los seres humanos y de los animales de sangre caliente, ubicándose principalmente en las áreas ricas en glándulas sebáceas.

 

Vía: Health Day News / NHS – UK