Hay muchas causas posibles del enrojecimiento de los ojos, ya sea de uno o ambos. Algunas son urgencias médicas. Otras son motivo de preocupación, aunque no son una emergencia. Otras no preocupan en absoluto.

Cuando se presenta inflamación o infecciones en el ojo, éstas pueden causar enrojecimiento, al igual que picazón, secreción, dolor o problemas de la visión.  Las más comunes incluyen:

1. Blefaritis: inflamación a lo largo del borde del párpado.

2. Conjuntivitis: inflamación o infección del tejido transparente que recubre los párpados y cubre la superficie del ojo (la conjuntiva). Esta afección a menudo se le denomina «conjuntivitis aguda».

3. Úlceras corneales: Las úlceras en la córnea casi siempre son causadas por una infección bacteriana o viral seria.

4. Uveítis: inflamación de la úvea, que abarca el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La causa casi siempre es desconocida. Puede estar relacionada con un trastorno autoinmunitario, una infección o una exposición a toxinas. El tipo de uveítis que causa el peor enrojecimiento del ojo se conoce como iritis, en donde sólo el iris se inflama.

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Otras causas probables del enrojecimiento de los ojos pueden ser:

5. Resfriados o alergias.

6. Glaucoma agudo: Aumento súbito en la presión ocular que es extremadamente doloroso y ocasiona problemas visuales graves. Se considera una urgencia médica. La forma más común del glaucoma es crónica y gradual.

7. Abrasiones corneales: Lesiones causadas por la arena, el polvo o el uso excesivo de lentes de contacto.

En ocasiones y como síntoma de dichas afecciones, puede aparecer una mancha roja y brillante, denominada «hemorragia subconjuntival», en la esclerótica del ojo (el recubrimiento exterior blanco de este órgano). Lo anterior a menudo ocurre después de hacer un esfuerzo o toser, lo que provoca un vaso sanguíneo roto en la superficie del ojo. Normalmente no causa dolor, la visión se mantiene normal y es raro que derive en un problema grave. Como la sangre se filtra hacia la conjuntiva, que es transparente, no es posible limpiar ni enjuagar dicha sangre. Al igual que un hematoma, la mancha roja desaparecerá en una o dos semanas.

Si presentas dolor ocular o problemas para ver, acude a la brevedad con el oftalmólogo, ya que podría tratarse de alguna de estas infecciones/condiciones, que solo pueden gestionarse con tratamiento médico.

 

Vía: Medline Plus