La juventud suele ser una etapa marcada por la despreocupación y la falta de visión a futuro, sobre todo en cuanto a salud se refiere. No obstante, los hábitos saludables que lleguemos a realizar durante esta etapa nos llenarán no solo de beneficios en el presente, sino también en el futuro.

Llevar a cabo algunos hábitos para cuidar el corazón durante la juventud pueden repercutir en tener un cerebro saludable después de los 40 años de edad, encontró un reciente estudio estadounidense.

“Encontramos que los individuos que mantuvieron una mejor salud cardiovascular en la adultez joven tenían un volumen cerebral mayor en la adultez más avanzada”, apuntó Michael Bancks, investigador principal del estudio y becario posdoctoral en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern en Chicago, Estados Unidos.

De acuerdo con la investigación, que aparece publicada en la revista especializada Neurology, las personas menores de 30 años que siguieron las directrices del programa ‘Life’s Simple 7’ de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) tenían unos cerebros en la mediana edad que parecían más de una década más jóvenes que los que no siguieron las directrices.

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El programa ‘Life’s Simple 7’ de la AHA consiste en seguir y mantener 7 hábitos durante la juventud:

1 Mantener una presión arterial saludable.

2 Controlar los niveles de colesterol.

3 Reducir el nivel de azúcar en la sangre.

4 Hacer actividad física de forma regular.

5 Tener una dieta equilibrada.

6 Mantener el peso idóneo de acuerdo a la edad, sexo y altura.

7 No fumar, o dejar de hacerlo.

Las personas que siguieron estos 7 hábitos durante su veintena de años, al llegar a los 40 años de edad tuvieron un cerebro más grande y más sano, el cual estuvo mejor preparado para aguantar el deterioro del envejecimiento y prevenir enfermedades como la demencia o el Alzheimer.

El cerebro es muy dependiente de un corazón y un sistema circulatorio sanos para funcionar bien, por lo que tiene sentido que una vida saludable para el corazón resulte en un cerebro más sano, concluyó Bancks.

 

Vía: Health Day News