El hígado, a pesar de tener pocos reflectores, es uno de los órganos más útiles e indispensables que tenemos. Y algo más sorprendente aún es que muchos de nosotros comemos algunos alimentos y tenemos algunas costumbres que lo afectan directamente. Si quieres conocerlas, sigue leyendo.

Transformar los alimentos en energía es la función principal del hígado. No obstante, no es la única: se encarga de eliminar el alcohol y las toxinas de la sangre y soporta en gran medida los corajes que hacemos cuando las cosas no nos salen bien.

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Es por funciones tan importantes como estas que debemos cuidarlo adecuadamente. Para lograrlo, lo primero que debes hacer es evitar o reducir en la medida de lo posible el consumo de los siguientes cuatro alimentos y bebidas:

1 Carnes rojas.- Consumirlas con mucha frecuencia puede provocar problemas a futuro, como impedir que el hígado procese las proteínas de la mejor manera. Asimismo, su alto contenido en grasas se puede traducir en una acumulación de ácidos grasos y triglicéridos, algo muy negativo para la salud a largo plazo.

2 Comida rápida.- Este tipo de comida contiene una alta mezcla de sodio y grasas, las cuales se pueden acumular en el hígado y causar un daño hepático.

3 Alcohol.- Quizá el principal enemigo del hígado. Consumir alcohol en forma desmedida puede derivar en una inflamación en dicho órgano, misma que, si no es atendida a tiempo, puede cicatrizar y con el tiempo causar cirrosis. Y, aunque una de las funciones del hígado sea precisamente eliminar las toxinas del alcohol, cada vez que ocurre este proceso de filtración, algunas de las células del hígado mueren, lo que dificulta a la larga su capacidad para restablecerse.

4 Refrescos.- Las personas que beben más de un cuarto de litro de estas bebidas al día (250 ml) pueden desarrollar enfermedad de hígado graso.

Aunado a evitar o reducir el consumo de los alimentos y bebidas anteriores, hay otras tres prácticas que debemos evitar para mantener un hígado saludable:

1 Exagerar en el consumo de proteínas.- Llevar una dieta muy elevada con estos nutrientes aumenta el riesgo de presentar un mal funcionamiento hepático.

2 Fumar.- Las sustancias químicas presentes en los cigarros son capaces de causar daños irreversibles en las células del órgano al afectar el proceso de estrés oxidativo.

3 Tomar suplementos.- Los suplementos dietéticos o nutricionales pueden aumentar la producción de ciertas enzimas del hígado cuando se toma en cantidades excesivas.

Si deseas cuidar tu hígado, puedes consumir frutas ricas en antioxidantes, como la ciruela pasa, mora azul, fresas, naranjas, manzanas y melones.

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Igualmente, realizar ejercicio regularmente, llevar una alimentación equilibrada y baja en sal, evitar el consumo de alcohol y tabaco son algunas de las claves que te ayudarán a lograrlo.

 

Vía: Hola Doctor