Tener una mascota familiar es una gran experiencia de aprendizaje para los niños, ya que le permitirá aprender a un nivel práctico conceptos tan importantes como los de responsabilidad, delicadeza y respeto por los seres vivos.

Asimismo, al igual que sucede con los adultos, los niños se pueden beneficiar también de la compañía y cariño que ofrecen las mascotas.

Sin embargo, por mucho cariño que les tengamos, las mascotas no dejan de ser animales los cuales pueden transmitir infecciones, especialmente a los niños, ya que son quienes más juegan con ellos.

Al igual que sucede con las personas, todos los animales son portadores de gérmenes. Aunque las enfermedades más habituales entre mascotas no se pueden trasmitir a las personas, también son portadoras de algunas bacterias, virus, parásitos y hongos que pueden provocar enfermedades en los humanos a quienes infectan.

Las personas desarrollan estas enfermedades cuando reciben una mordedura, arañazo o cuando entran en contacto con excrementos, saliva o caspa animal.

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Es por ello que, si tienes o estás planteando tener una mascota, es importante saber cómo proteger a tu familia de estas infecciones. Algunos consejos para cuidar de tu mascota con seguridad son:

1 Lavarse siempre las manos, sobre todo después de haber tocado a las mascotas, manipular su comida, limpiar su jaula, los recipientes para comer o el cajón de los excrementos.

2 Ponerse guantes a la hora de limpiar o recoger los excrementos de la mascota y, si se trata de un ave, ponerse una mascarilla anti polvo sobre la boca y nariz al limpiar su jaula, a fin de no inhalar partículas procedentes de su orina o heces.

3 No dejar que sean los niños quienes se encarguen de limpiar la jaula o el cajón de los excrementos, a no ser que cuenten con la supervisión de un adulto, o que hayan demostrado ser capaces de proceder con seguridad y responsabilidad.

4 Evitar besar o tocar a las mascotas con la boca, ya que las infecciones se pueden trasmitir a través de la saliva.

5 Mantener limpia el área donde vive la mascota. Si esta hace sus excrementos en el exterior, recogerlos con regularidad y no permitir que los niños jueguen en ese lugar.

6 No dejar entrar a la mascota en lugares donde se preparan o manipulan alimentos y no bañarla ni limpiar su jaula o acuario en el fregadero de la cocina ni en la bañera. Las mascotas deben ser bañadas en el exterior o con un veterinario.

7 Evitar tener como mascota animales desconocidos o que parezcan estar enfermos. No adoptar nunca a un animal salvaje como si fuera doméstico.

 

Vía: Kids Health