Cuidar niños o pasar tiempo con tus nietos pequeños puede dejarte feliz y satisfecho(a), pero también pueden dejarte físicamente agotado(a). Afortunadamente, hay algunos pasos que puedes seguir para evitar sentirte exhausto(a) después de un día cuidando a uno o varios pequeños.

Según la doctora Arunima Sarkar, especialista en medicina geriátrica de Hackensack Meridian Health (Estados Unidos), cuanto más envejecemos, más tienden a verse afectados nuestros niveles de energía. “Nuestros músculos pierden masa, la flexibilidad disminuye y nuestro corazón bombea más lentamente”, indica Sarkar. «Además, si tiene afecciones médicas como apnea del sueño, diabetes y artritis, es muy probable que hayas perdido una cantidad significativa del vigor que alguna vez tuviste».

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Por ello y para evitar sentirte exhausto(a) después de un día de actividad con los niños, haz lo siguiente:

  1. Concéntrate en dormir. Esfuérzate por dormir de siete a nueve horas por noche. Si crees que deberías despertarte bien descansado(a) pero todavía te sientes atontado(a) y fatigado, considera visitar a tu médico. Ella o él pueden buscar condiciones que quizás te impiden dormir, como la apnea del sueño. Trata de evitar los líquidos, la cafeína y la televisión antes de acostarte y evita las siestas durante el día.
  2. Consume una dieta nutritiva y equilibrada. Es importante llevar una dieta saludable. Una dieta equilibrada llena de frutas y verduras ricas en nutrientes, así como cereales integrales y proteínas magras, te ayudará a sentirte con más energía.
  3. Mantente hidratado. Estar deshidratado(a) puede hacer que tus niveles de energía disminuyan significativamente. Es especialmente importante estar consciente de la cantidad de agua que bebes a medida que envejeces, ya que los adultos mayores no siempre sienten tanta sed. Trata de tomar ocho vasos de 250 ml de agua al día.
  4. Revisa tus medicamentos. Algunos medicamentos comunes recetados a los adultos mayores (como los que controlan la presión arterial alta y los antihistamínicos) pueden causar somnolencia durante el día. Revisa tus medicamentos con tu médico, quien podría recetarte una alternativa que no disminuya tanto tus niveles de energía. Habla con tu médico de atención primaria antes de tomar cualquier medicamento de venta libre.
  5. Realiza actividad física. Asegúrate de hacer ejercicio al menos de tres a cinco veces por semana. Aunque puedes sentirte cansado(a) después de un entrenamiento duro, la actividad física regular en realidad aumenta tus niveles generales de energía. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos de 65 años o más se esfuercen por realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso cada semana. Si la idea de comenzar un nuevo régimen de ejercicios te asusta, relájate con algo simple como caminar a paso ligero, aunque sea solo por 30 minutos.
  6. Controla sus niveles de vitamina D. Los adultos mayores corren más riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina D que sus contrapartes más jóvenes. Si has seguido todos los pasos anteriores pero todavía te sientes agotado(a), controla tus niveles de vitamina D en tu próxima cita con el médico.
  7. Elimina el alcohol. Beber alcohol, especialmente antes de acostarte, puede interferir con la capacidad de tu cuerpo para tener un sueño reparador cada noche. Una bebida de vez en cuando está bien, pero si una copa antes de dormir (o dos) es parte de tu rutina diaria, considera dejar de consumir alcohol y ver si aumentan tus niveles de energía.

«Al mantener un estilo de vida saludable y hacer ejercicio con regularidad, será más fácil mantenerte al día con tus nietos durante los próximos años», concluyó Sarkar.

 

Vía: Hackensack Meridian Health