El hombro es una articulación compuesta de tres huesos: la clavícula, el omóplato y el húmero. Se trata de una de las articulaciones más móviles del cuerpo.

Debido a su composición, los hombros son naturalmente inestables, esto quiere decir que pueden llegar a lesionarse fácilmente.

Los problemas más comunes que ocasionan dolencias en el hombro son las lesiones del manguito rotatorio. Se conoce así al grupo de músculos y tendones que van pegados a los huesos de la articulación del hombro, permitiendo que este se mueva y se mantenga estable.

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El manguito rotador puede llegar a ser afectado por desgarros o tendinitis, que es la irritación de los tendones que lo componen y la inflamación de la capa que recubre dichos tendones.

Causas

La tendinitis puede aparecer debido a las siguientes causas:

1. Mantener el brazo en la misma posición durante largos periodos de tiempo, como al trabajar en una computadora o arreglar el cabello.

2. Dormir sobre el mismo brazo todas las noches.

3. Practicar deportes que requieren movimiento repetitivo del brazo por encima de la cabeza, como el tenis, beisbol, natación y el levantamiento de pesas.

4. Trabajar con el brazo por encima de la cabeza durante muchas horas o días, como pintores y carpinteros, por ejemplo.

5. Postura inadecuada durante muchos años.

6. Envejecimiento.

7. Desgarro. Puede ocurrir de dos maneras: 1) repentino o agudo, cuando se cae sobre un brazo mientras se está estirado o tras un movimiento súbito al tratar de levantar algo pesado. 2) Desgarro crónico, ocurre lentamente con el tiempo. Es más probable cuando se padece tendinitis crónica.

Síntomas

Entre las señales que alertan de que algo no va bien con el hombro debido a una posible tendinitis se encuentran:

-Dolor leve que aparece con actividades que se realizan por encima de la cabeza o al alzar el brazo hacia un lado.

-Dolor en la parte frontal del hombro y se puede irradiar hacia el lado del brazo.

-Malestar al bajar el hombro desde una posición elevada.

-Sentir dolor incluso estando en reposo o por las noches.

-Debilidad y pérdida de movimiento al elevar el brazo sobre la cabeza.

-El hombro puede sentirse rígido al alzar algo o al moverse.

-Se vuelve más difícil colocar el brazo por detrás de la espalda.

 

Vía: Medline Plus