De acuerdo con el Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos, la espasticidad es un trastorno que deja a los músculos tensos o rígidos. Esta hace que los músculos se resistan al estiramiento, limitando así la movilidad de la persona afectada.

La espasticidad puede desarrollarse en cualquier músculo del cuerpo. No obstante, se presenta con más frecuencia en los brazos, dedos y piernas.

Por ello, aquí te mencionamos algunos de los síntomas de espasticidad cortesía del departamento:

  1. Rigidez o tensión de los músculos y las articulaciones.
  2. Espasmos o calambres musculares dolorosos.
  3. Movimientos espasmóticos involuntarios (que no puede controlar la persona).
  4. Reflejos tendinosos profundos y exagerados (reflejo rotuliano).
  5. Postura anormal del brazo; como puño apretado, codo doblado y brazo apretado contra el pecho.
  6. Postura anormal de las piernas; por ejemplo, cruzar las piernas como se cerrarían las puntas de unas tijeras.

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Consideraciones importantes

La espasticidad se desarrolla poco a poco durante semanas o incluso meses. Sus efectos van desde una leve rigidez muscular hasta el acortamiento de los músculos. Si se acortan las fibras musculares, las articulaciones pueden quedar inmóviles o «congeladas» en una posición fija. Dicha complicación es dolorosa y se llama contractura. Las contracturas impiden la movilidad normal e interfieren con las actividades de la vida diaria.

Sin embargo, la colocación correcta de las áreas afectadas ayuda a prevenir las contracturas.

Por ello, si tú o alguien de tu familia presentan síntomas de espasticidad, acudan con un proveedor de atención médica a la brevedad, pues ella o él determinarán el tipo de tratamiento necesario según sus necesidades (suele ser una combinación de terapia y medicinas, y su objetivo es aliviar los síntomas, disminuir el dolor y mejorar la movilidad).

 

Vía: U.S. Department of Veterans Affairs