La anemia de células falciformes es una condición hereditaria en la cual no existen suficientes glóbulos rojos sanos como para llevar el oxígeno adecuadamente a través del cuerpo.

Normalmente, tus glóbulos rojos son flexibles y redondos, moviéndose fácilmente a lo largo y ancho de tus vasos sanguíneos. En la anemia de células falciformes, los glóbulos rojos se vuelven rígidos y pegajosos, y tienen forma de hoz o de media luna. Estas células de forma irregular pueden quedar atascadas en los vasos sanguíneos pequeños, lo que a su vez puede retardar o bloquear el flujo sanguíneo y el oxígeno hacia algunas partes del cuerpo.

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Los signos y síntomas de la anemia de células falciformes varían de persona a persona y cambian con el tiempo. Estos incluyen:

1. Anemia

Las células falciformes se rompen fácilmente y mueren, dejándote sin suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos suelen vivir alrededor de 120 días antes de que necesiten ser reemplazados. Pero las células falciformes suelen morir en los primeros 10 a 20 días, dejando una escasez de glóbulos rojos (anemia). Sin suficientes glóbulos rojos, tu cuerpo no puede obtener el oxígeno necesario para sentir energía, causando fatiga.

2. Episodios de dolor

Episodios periódicos de dolor, llamados crisis, son un síntoma importante de la anemia de células falciformes. El dolor se desarrolla cuando los glóbulos rojos en forma de hoz bloquean el flujo de sangre hacia los pequeños vasos sanguíneos conectados al tórax, el abdomen y las articulaciones. El dolor también puede ocurrir en los huesos. El dolor varía en intensidad y puede durar de unas pocas horas a unas cuantas semanas. Algunas personas sólo presentan episodios de dolor esporádicos. Otras padecen doce o más crisis al año. Si una crisis es lo suficientemente grave, es posible que debas ser hospitalizado(a). Algunos adolescentes y adultos con esta anemia también sufren dolor crónico, que puede manifestarse debido al daño óseo y articular, úlceras y otras causas.

3. Hinchazón dolorosa de manos y pies

La hinchazón es causada por los glóbulos rojos en forma de hoz que bloquean el flujo de sangre hacia las manos y los pies.

4. Infecciones frecuentes

Las células falciformes pueden dañar el bazo, un órgano que combate la infección, dejándolo más vulnerable a las infecciones. Comúnmente, los médicos aplican vacunas y antibióticos a los bebés y niños con anemia de células falciformes, a fin de prevenir infecciones potencialmente mortales, como la neumonía.

5. Retraso en el crecimiento

Los glóbulos rojos proporcionan al cuerpo el oxígeno y los nutrientes que necesita para crecer. La escasez de glóbulos rojos saludables puede retrasar el crecimiento de lactantes y niños, así como retrasar la pubertad en los adolescentes.

6. Problemas de la vista

Los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre a los ojos pueden quedar tapados con células falciformes. Lo anterior puede dañar la retina —la parte del ojo que procesa las imágenes visuales—, provocando problemas de visión.

 

Vía: Clínica Mayo