La falta de deseo es un problema importante cuando se entra a la mediana edad, además de que, en el caso de las mujeres, no existe una solución rápida, así lo indica la doctora Marjorie Green, instructora clínica de ginecología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

Esto no significa que no haya otras soluciones para las mujeres. Encontrarlas implica explorar las razones por las que podría haberse perdido el interés en la intimidad y diseñar un tratamiento para abordarlas. Por ello, aquí te mencionamos las razones más comunes de la falta de «libido» o deseo sexual entre las mujeres de mediana edad:

1. Disminución de los niveles hormonales

En las mujeres, tanto el estrógeno como la testosterona pueden contribuir a la libido. El estrógeno es fabricado por los ovarios y los tejidos corporales; y la testosterona por los ovarios y las glándulas suprarrenales. Mientras que los niveles de estrógeno caen drásticamente durante la menopausia, los niveles de testosterona disminuyen lenta y constantemente con la edad. Las mujeres a quienes se les extirpan los ovarios antes de la menopausia suelen experimentar una pérdida dramática de la libido. Algunos estudios han demostrado que la terapia de reemplazo hormonal sistémica puede mejorar la libido y la capacidad de respuesta sexual en las mujeres, aunque pueden pasar de tres a seis meses antes de que sea completamente efectiva. Además, los riesgos para la salud pueden superar los beneficios para la mayoría de las mujeres mayores.

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2. Depresión

Al volverse cada vez más común en la mediana edad, la depresión amortigua notoriamente el deseo. Tomar un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), como fluoxetina o paroxetina, puede ser eficaz para la depresión, pero también puede reducir tu capacidad de respuesta sexual. Cambiar a bupropión ayuda a algunas mujeres, aunque es posible que no recuperes por completo la libido perdida. Consulta a tu médico sobre este cambio.

3. Medicamentos

Los medicamentos para la presión arterial alta también pueden afectar el deseo. Dado que hay muchas opciones disponibles, tu médico puede ayudarte a encontrar una que mantenga baja tu presión arterial sin disminuir tu libido.

4. Enfermedad física

Someterse a un tratamiento para el cáncer u otra enfermedad grave puede disminuir el interés sexual. Pregúntale a tu médico o equipo de profesionales qué opciones podrían ayudarte a mejorar tu libido.

5. Estrés y ansiedad

Las presiones laborales, las responsabilidades familiares, la falta de privacidad y las preocupaciones sobre los niños o los padres ancianos pueden hacer que tener intimidad no sea una prioridad. Busca tiempo para ti, haz ejercicio, lleva una buena dieta y usa técnicas de relajación, pues te ayudarán a estar menos ansiosa y estresada.

6. Tensiones en las relaciones

Si sientes que estás alejándote o estás desconectada de tu pareja, no es probable que te interese tener actividad sexual. Traten de resolver sanamente sus conflictos y diferencias, y busquen ayuda profesional (terapia de pareja) si lo creen necesario.

 

Vía: Harvard Medical School