Actualmente, la obesidad es una de las enfermedades que más afecta la salud integral y la calidad de vida de las personas. Pero lo más alarmante son sus altos índices registrados en niños cada vez más pequeños.

En numerosos países del mundo se presentan día a día nuevos casos de obesidad en pequeños de cinco años de edad o incluso menores, una situación que ha ocasionado que desde hace unos años las alarmas del sector salud se encuentren encendidas.

Lamentablemente, un gran porcentaje de los niños que presentan obesidad la seguirán padeciendo durante su adultez, encontró un reciente análisis.

Tan solo en Estados Unidos -país en donde se llevó a cabo el análisis- se calcula que el 60% de los niños que presentan obesidad seguirán teniendo sobrepeso a los 35 años de edad, situación que pone en riesgo su salud integral y aumenta de forma importante el riesgo de desarrollar alguna enfermedad seria.

“No debe ser sorprendente que vayamos en esa dirección”, lamentó Zachary Ward, autor líder del estudio y candidato doctoral de políticas de la salud en el Centro de Ciencias de las Decisiones sobre la Salud de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Para Ward, estos desoladores hallazgos son consecuencia de un estilo de vida sedentario, la falta de actividad física en los pequeños y la ausencia de saludables hábitos alimenticios.

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Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), cerca del 20% de los niños y adolescentes de entre 6 y 19 años de edad presentan obesidad. Esta cifra triplica el porcentaje registrado durante los años setenta.

“Las tendencias muestran que la obesidad está ocurriendo a una edad más temprana en la adultez, y el nivel actual de obesidad infantil sugiere que la tendencia continuará”, lamentó Lona Sandon, profesora asistente de nutrición clínica en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Estados Unidos.

Debido a que la obesidad es difícil de revertir a cualquier edad, la prevención es clave, destacó la especialista. Para Sandon, los padres de familia tienen un papel crucial para prevenir la obesidad en sus hijos pequeños.

La experta recomendó a los padres seguir las siguientes medidas de prevención:

1 Hacer esfuerzos por preparar y ofrecer comidas más saludables en casa.

2 Planificar unos horarios de comida regulares.

3 Limitar el tiempo ante las pantallas de dispositivos tecnológicos.

4 Animar a la práctica regular de algún deporte.

5 Animar a la participación en actividades del tiempo libre que sean activas en lugar de actividades más sedentarias.

6 Dar el ejemplo al ser activos, tener una relación saludable con sus propias opciones alimentarias y tener horarios regulares para comer.

 

Vía: Medline Plus