Ya sea en la escuela, en el trabajo o en el hogar, los bostezos nos persiguen constantemente. Solemos relacionarlo con el sueño, pero esta reacción del cuerpo puede ir más allá.
Bostezar consiste en abrir la boca involuntariamente mientras se realiza una inhalación profunda y prolongada de aire. Cuando se hace de forma excesiva, que sucede más a menudo de lo esperado, probablemente esté vinculado con la somnolencia o el cansancio.
Las causas pueden incluir:
1. Somnolencia o cansancio.
2. Trastornos asociados con somnolencia excesiva durante el día.
3. Reacción vasovagal —estimulación del nervio vago—, causado por ataque cardíaco o disección aórtica.
4. Problemas cerebrales como tumor, accidente cerebrovascular —ataque cerebral—, epilepsia o esclerosis múltiple.
5. Ciertos medicamentos —poco frecuente—.
6. Problemas con el control de la temperatura corporal —poco frecuente—.
Para detener los largos episodios de bostezos, lo más recomendable es seguir el tratamiento para la causa subyacente.
Visita a un médico si el bostezo está asociado con somnolencia excesiva durante el día, o si experimentas aspiraciones inexplicables.
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¿El bostezo es contagioso?
Aunque los animales bostezan, sólo es “contagioso” en humanos, pues funciona como reacción de empatía, según Ivan Norsica, coautor de un estudio sobre el tema, llevado a cabo por el Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa, Italia.
De acuerdo con el experto, se trata de un mecanismo para compartir emociones. Los resultados obtenidos durante el experimento mostraron que el ritmo del contagio de los bostezos es mayor con parientes, seguido de los amigos, conocidos y desconocidos.
Los hallazgos sugieren que el bostezo es una forma de solidarizarse con las personas que experimentan una sensación; en este caso relacionada con estrés, ansiedad, aburrimiento o fatiga.
Vía: Medline Plus/ National Geographic
