AlimentAcción, Obesidad y nutrición
No es fácil conciliar el sueño cuando nuestro estómago está gruñendo, por lo que satisfacer el hambre antes de ir a acostarse se convierte en un asunto importante.
Ante ello, la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos nos recomienda los siguientes bocadillos:
- Un puñado de almendras, ya sea con la mitad de un plátano o un puñado de cerezas, que contienen la hormona melatonina para fomentar el sueño.
- Galletas de grano entero y mantequilla de maní, que contienen carbohidratos complejos y triptófano, un aminoácido que ayuda a fomentar el sueño.
- Leche caliente, que contiene calcio, magnesio y triptófano.
- Una taza de té de hierbas descafeinado, pero sin ginseng, que puede actuar como un estimulante.
- Un pequeño tazón de cereal integral o avena caliente con leche. Estos contienen magnesio, hidratos de carbono, calcio y melatonina.
- La mitad de un sándwich de pavo con pan integral, una gran fuente de triptófano.
Es importante que recordemos que no siempre es posible evitar comer por la noche. Existen algunas situaciones (como puede ser un turno de trabajo nocturno, salir muy tarde del mismo, un vuelo retrasado, etc.) que ocasionan que invariablemente nos dé hambre a mitad de la noche; otras veces nuestro cuerpo simplemente tiene hambre.
Por ello, la especialista Angela Lemond, de la Academia de Nutrición y Dietética de EU, señala que el truco radica en que cuando estés a punto de ir a la cama (o ya estés en ella) y tu cuerpo te pida de comer, comas pequeñas porciones a manera de bocadillo o botana como las mencionadas anteriormente, a fin de no elevar el nivel de azúcar en la sangre, evitar que al comer tengamos más antojo, o aumentemos de peso. Cualquiera de estos bocadillos te sacará del apuro hasta que te levantes por la mañana.
Vía: HealthDay News, Women´s Health
