Más que en ninguna otra época, las personas se encuentran entre montañas de diversos alimentos cuando van al supermercado o la tienda de la esquina.

Elegir las mejores opciones dentro de la innumerable variedad ya es difícil, eso sin tomar en cuenta que hay algunos alimentos que aparentemente son saludables, pero en realidad no lo son.

De acuerdo con expertos en salud, la popular máxima de ‘no todo es lo que parece’ aplica perfectamente en temas de alimentación.

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En la mayoría de tiendas se pueden encontrar diversos productos que aparentan ser benéficos para la salud, pero no siempre lo son. Algunos ejemplos clásicos son:

1. Barras de cereal.

2. Cereales para desayuno.

3. Jugos preparados.

4. Fiambre (embutido) de pechuga de pavo.

5. Barras de pan (incluidas las integrales).

6. Yogur (excepto los naturales).

¿Qué son entonces?

Alimentos como los antes mencionados suelen presentarse como ‘nutritivos’ o ‘saludables’, pero en realidad forman parte de una categoría alimentaria denominada como productos ultraprocesados.

Este término se utiliza para referirse a alimentos producto de las formulaciones producidas con muchos elementos, como sal, azúcar, aceites, grasas y sustancias de uso exclusivamente industrial, como proteínas de soya y de leche y extractos de carnes, y que pasan por varias etapas de procesamiento.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Navarra, en España, encontró que consumir en exceso este tipo de productos (cuatro o más porciones por día) se ha asociado con un aumento en el riesgo de muerte prematura.

Otra investigación, realizada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, mostró una relación entre el consumo de este tipo de alimentos y una mayor ingesta calórica y aumento de peso.

Recomendación

El Ministerio de Salud de Brasil recomienda que, para saber si un alimento forma parte de este grupo, se debe consultar la lista de ingredientes en la etiqueta.

Uno de los principales indicativos de que un alimento entra en la categoría de ultraprocesados es el número elevado de ingredientes (cinco o más), con nombres poco familiares y que no se utilizan en las preparaciones culinarias, como grasa vegetal hidrogenada, aceites interesterificados y jarabe de fructosa.

 

Vía: BBC