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El ritmo de vida actual puede conducir al estrés y a la ansiedad en un dos por tres. Lamentablemente, esto daña el organismo y disminuye la calidad de vida. Sentirse preocupado, nervioso o con ansiedad leve es normal; sin embargo, puede llegar a agravarse, al grado de generar sentimientos de frustración, impotencia y preocupación extrema.

Este tipo de miedo, o aprehensión, puede combatirse sin necesidad de recurrir a medicamentos. El primer paso es identificar los síntomas. Algunos de ellos son:

  • Temblores
  • Tics nerviosos.
  • Sensación de presión en la garganta o en el pecho.
  • Falta de aire o latidos rápidos.
  • Aturdimiento, mareos y sudoración.
  • Manos frías y pegajosas.
  • Tensión muscular, dolores y mucha sensibilidad.
  • Cansancio extremo.
  • Problemas para dormir.

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Si te identificaste, lo mejor es que cambies algunos de tus hábitos y sigas las siguientes estrategias para encontrar alivio.

  1. Consume alimentos naturales

Intenta ingerir más alimentos con vitamina B y ácidos grasos Omega-3. Implementa esta dieta por tres días —con productos sanos e integrales—, y presta atención a los cambios. Considera que los granos enteros intervienen en la regulación de los niveles de serotonina, neurotransmisor que ayuda a mantener la calma.

Comer alimentos azucarados y procesados puede aumentar los síntomas de ansiedad, de acuerdo con Trudy Scott, nutricionista de la Asociación Americana de la Ansiedad y la Depresión (ADAA, por sus siglas en inglés).

  1. Regula tu ingesta de café

Si padeces de ansiedad grave, lo recomendable es tomar dos tazas de café al día, como máximo. El consumo de café en exceso puede afectar el sueño y producir, por ende, mayor ansiedad.

Remplaza esta bebida con té de hierbas o café sin cafeína. La buena noticia es que algunas infusiones previenen enfermedades, y son ricas en antioxidantes.

  1. Realiza actividades físicas

El ejercicio ayuda a combatir el estrés, así como a controlar la ansiedad y la depresión. Según científicos, se relaciona con un menor riesgo de colesterol elevado, hipertensión, enfermedades cardíacas, derrame cerebral, diabetes, cáncer y muchos otros padecimientos.

  1. Duerme lo suficiente

Es importante dormir el tiempo adecuado para satisfacer las necesidades del cuerpo. El descanso permite que la mente esté fuerte y relajada para afrontar los altibajos de la vida diaria. Lo recomendable es dormir entre 7 y 8 horas diarias.

  1. Relaja tu cuerpo y medita

Practica técnicas de relajación, como respiración profunda, tai-chi o yoga. Este tipo de técnicas tienen efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que va desde el diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a todo el cuerpo para que se relaje.

 

Vía: Hola Doctor