Mantener limpias las manos de tus pequeños es sinónimo de un largo camino para mantenerlos sanos, especialmente si asisten a la guardería o a la escuela.
Ante ello, la Clínica Mayo de Estados Unidos recomienda:
- Muéstrale a tu hijo cómo lavarse adecuadamente las manos. Supervisa las primeras sesiones.
- Haz que tu pequeño se lave las manos con frecuencia durante el día.
- Asegúrate de que tu hijo talle y enjuague sus manos por tiempo suficiente. Haz que tu niño cante la canción de «Feliz Cumpleaños» dos veces.
- Coloca un banquito cerca para ayudar a tu pequeño a alcanzar el fregadero.
- Mantén un desinfectante para manos a su alcance por si el agua y el jabón no están disponibles. Asegúrate de que las manos de tu niño estén completamente secas antes de que toque algo.
Lavarse las manos adecuadamente implica la primera línea de defensa contra los gérmenes (organismos como las bacterias y los virus). Estos pueden ser transmitidos de diversas maneras, particularmente al tocar manos sucias o cambiar pañales sucios.
Otras vías que permiten la propagación de gérmenes incluyen: agua o comida contaminada, gotitas expulsadas durante la tos o un estornudo, superficies contaminadas y los flujos corporales de una persona enferma.
Si los niños recogen gérmenes de una de estas fuentes de propagación, pueden infectarse sin darse cuenta simplemente al frotarse los ojos, la nariz o la boca. Y una vez que han sido infectados, solo es cuestión de tiempo antes de que toda la familia se contagie y contraiga la misma enfermedad.
Recuerda que cuando tú y tus hijos se lavan las manos apropiadamente evitan la propagación de muchas enfermedades, no solamente del resfriado común. Las enfermedades más serias como la meningitis, bronquiolitis, influenza, hepatitis A, y la mayoría de los tipos de diarrea infecciosa pueden prevenirse con el simple acto de lavarse las manos.
Vía: HealthDay News, KidsHealth
