Con la llegada del verano, es común que algunas familias gusten de cocinar a la parrilla para pasar un buen momento con sus seres queridos.

Realizar esta acción una o dos veces al año no representa ningún riesgo, pero hacerlo de forma frecuente (una o dos veces a la semana) puede elevar las probabilidades de exponerse a compuestos dañinos para la salud, señaló el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer.

De acuerdo con este instituto, cocinar a la parrilla sin tomar las precauciones necesarias aumenta la exposición a dos tipos de compuestos que se han relacionado con el cáncer.

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Estos compuestos se conocen como hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas heterocíclicas (AHC). Ambos se producen cuando los alimentos, en especial la carne, se cocinan en un asador.

“Los hidrocarburos aromáticos policíclicos se forman cuando se quema cualquier tipo de materia orgánica”, principalmente la grasa que escurre de la carne y se desliza por las rejillas del asador, “porque el carbono en su interior entra en combustión en las llamas, y esos hidrocarburos se elevan con el humo”, explicó Rashmi Sinha, investigadora principal de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer en el Instituto Nacional del Cáncer.

Consejos

Los expertos de este instituto indican que tomar algunas medidas sencillas puede disminuir la exposición a estos compuestos a la hora de cocinar una parrillada. Algunas de estas medidas son:

1. Diversas opciones.- Lo mejor es optar por asar pescado, mariscos, aves o alimentos vegetales en lugar de carne roja, especialmente carne procesada como las salchichas.

2. Marinar primero.- Investigaciones sugieren que marinar los alimentos durante al menos 30 minutos antes de ponerlos en la parrilla puede reducir la formación de las AHC en la carne, el pollo y el pescado.

3. Acompañamiento saludable.- Muchas clases de frutas y vegetales son muy buenas como protección ante el riesgo de cáncer, y no producen AHC cuando se asan.

4. Usar hierbas y especias.- De acuerdo con expertos, se recomienda asar la carne con hierbas, especias, té, ají y elementos parecidos, ya que estos dificultan la formación de los compuestos dañinos debido a sus propiedades antioxidantes.

5. Evitar las cortezas carbonizadas.- Lo más recomendable es no ingerir la corteza negra y crocante que normalmente se ve en los bordes de los huesos de las costillas o las chuletas, ya que pueden contener una concentración mayor de compuestos dañinos.

 

Vía: The New York Times