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En esta época de COVID-19, muchas personas han cambiado drásticamente sus rutinas y estilos de vida, llevando a que dejaran un poco de lado la buena alimentación y la actividad física, sufriendo una consecuente alteración en el peso. Sin embargo, muchas personas también se han dado a la tarea de ejercitarse y cuidar más lo que comen, pero es común que les cueste trabajo llevar un control adecuado de su peso, y más en esta época de estrés e incertidumbre.

Por ello, lo primero que debes hacer para monitorear tu peso con precisión es ser consistente.

Si deseas estar al tanto de cuándo estás perdiendo, ganando o manteniendo tu peso, el mejor momento para subirse a la báscula es el mismo que cuando te pesaste la última vez.

Tu peso fluctúa en el transcurso de un día. Para realizar un seguimiento de tu peso, no deseas comparar cuánto pesas a primera hora de la mañana con tu peso en la tarde inmediatamente después de comer.

Por ello aquí te dejamos las mejores prácticas para monitorear tu peso en casa:

1. Pesarte en la mañana está bien, pero la consistencia es clave

Si deseas elegir una hora específica del día para pesarte constantemente, considera hacerlo durante la mañana después de orinar. Esto se debe a que la mañana suele ser el final del período más largo de tu día en el que no has consumido alimentos ni has participado en un ejercicio extenuante.

Al pesarte cuando te levantas por la mañana, factores como el ejercicio o lo que comiste el día anterior no tienen un impacto significativo.

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2. Usa una báscula precisa

La consistencia no se limita a la hora del día en la que te pesas. Para una mejor medición de tu peso y sus fluctuaciones, considera el equipo que estás utilizando y qué más estás pesando (como tu ropa).

Algunas básculas son más precisas que otras.

Pídele una recomendación a tu proveedor de atención médica, a una amiga o amigo bien informados, o a un entrenador personal.

3.Usa tu equipo correctamente

Coloca tu báscula sobre una superficie dura, plana y nivelada, evitando las alfombras o pisos irregulares. La forma más sencilla de calibrarla, después de colocarla en su lugar, es ajustar el peso a exactamente 0.0 kilos sin nada.

Además, para una medición constante, cuando te peses por la mañana, pésate después de usar el baño y mientras estás parado(a), pues así distribuirás uniformemente tu peso en ambos pies.

4. No te peses en otro lado

Ahora que tienes una buena báscula que está configurada correctamente, úsala. Más importante aún, solo usa este aparato, no te peses en otro lugar.

Incluso si tu báscula está ligeramente descalibrada, será consistente. Cualquier cambio indicará una alteración precisa de la misma fuente. En otras palabras, cualquier cambio reflejará una verdadera alteración en el peso, y no un cambio en el equipo.

5. Siempre pesa lo mismo

Después de seleccionar una báscula que te brinde confianza, siempre pesa lo mismo cuando te subas a ella.

Probablemente, el enfoque más consistente y fácil para pesarse es subirse a la báscula desnuda o desnudo. Si no puedes tomar esa opción, trata de ser consistente con tu ropa. Por ejemplo, si debes usar zapatos, trata de usar los mismos zapatos cada vez que te peses.

Además, comprende que la báscula medirá la comida y el líquido que consumiste recientemente.

 

Vía: Healthline