El pie plano es una afección común. Al ser bebés, todas las personas tienen los pies planos, debido a que el arco no se ha formado aún. Esto suele suceder a los 2 o 3 años de edad. Se considera que se tienen pies planos cuando los tejidos que sostienen las articulaciones en el pie —tendones— están flojos.

Al llegar la adultez, es posible tener pie plano y no darse cuenta si no se presentan los síntomas relacionados. Entre ellos destacan el dolor en el pie o tobillo, dolor en el talón o arco, o dolor al caminar o correr. Con el tiempo, también se puede experimentar cansancio en los pies, dolor al realizar deportes o hacer ejercicio, y malestares en la parte inferior de la espalda, las caderas y las rodillas.

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Te invitamos a conocer algunos mitos sobre esta afección.

  1. El pie plano surge únicamente durante la niñez. Falso. Ciertos factores, como el envejecimiento y las lesiones, pueden provocar daño en los tendones, lo que desemboca en pie plano, incluso en personas a quien ya se le han formado los arcos.
  2. No hay cura para el pie plano. Falso. Los pies de los pequeños pueden crecer y desarrollarse normalmente si se usan zapatos especiales, plantillas, taloneras ortopédicas o cuñas.
  3. Las personas con pie plano no pueden realizar actividades normales sin el uso de plantillas. Falso. Es posible caminar descalzo, correr, saltar o hacer alguna otra actividad sin empeorar la afección.
  4. No existe una forma de prevenir la aparición del pie plano. En el caso de los adultos, se puede prevenir con un buen cuidado de los pies. Evitar lesiones es importante. Toma en cuenta que ciertas enfermedades —diabetes y sobrepeso, por ejemplo— y el embarazo aumentan el riesgo de desarrollar pies planos.
  5. No es necesario acudir con un médico, las plantillas son suficientes. Los pies planos rígidos o dolorosos requieren de la evaluación por parte de un médico. El tratamiento dependerá de la causa.

 

Vía: Hola Doctor