Cuando se trata de perder peso, las dietas restrictivas parecieran ser la mejor opción. Sin embargo, priorizar ciertos alimentos por encima de las cantidades recomendadas y limitar el aporte de ciertos nutrientes, podría resultar contraproducente para la salud y el bienestar.

En otras palabras, las personas que siguen este tipo de regímenes enfrentan el riesgo de desequilibrios en el organismo, así como del efecto rebote. Recordemos que la alimentación debe apegarse a las necesidades específicas de cada individuo, motivo por el que es esencial visitar a un especialista en nutrición antes de modificar los hábitos nutricionales.

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A continuación, te contamos sobre algunos mitos alimenticios que podrían poner en riesgo tu salud. ¡No te arriesgues!

1. Los alimentos bajos en grasa no contienen calorías.

Una porción de un alimento bajo en grasa, o sin grasa, puede ser más bajo en calorías, pero eso no significa que esté libre de contenido calórico. Es importante tomar en cuenta que los alimentos procesados tienen igual o más calorías que el mismo alimento con la cantidad completa de grasa. Esto se debe a que les añaden harina, sal, almidón o azúcar para mejorar su sabor y textura después de haber eliminado la grasa.

2. Para adelgazar, debo olvidarme de granos y harinas.

Los granos se dividen en integrales y refinados. Los primeros son ricos en fibra, vitaminas y minerales; mientras que los refinados han sido molidos, proceso en el que se remueve el salvado y el germen, eliminando la fibra dietética, el hierro y muchas de las vitaminas B. No es necesario descartar los granos, sino saber elegir aquellos saludables.

3. Algunas personas comen mucho y no engordan.

Una persona necesita quemar más calorías de las que consume; es decir, la gente que parece que puede comer de todo y aun así pierde peso suele gastar más energía de la que ingiere a través de los alimentos. Es esencial mantener un equilibrio, si vas a rebasar tu límite calórico, asegúrate de moverte y realizar actividad física.

4. Si me salto una comida, adelgazaré más.

Omitir una o varias comidas provoca que el apetito aumente a lo largo del día. Esto puede conducir a una ingesta de alimentos mayor a la normal en la próxima comida. Aunque no lo creas, varios estudios muestran una íntima relación entre no desayunar y la obesidad.

5. Los lácteos engordan, debo suprimirlos.

Los productos lácteos representan uno de los grupos alimenticios esenciales. Estos son sumamente nutritivos y contienen proteína, que aumenta la masa muscular y ayuda a que los órganos funcionen bien. Además, son ricos en calcio, mineral que ayuda a fortalecer los huesos. Lo recomendable es elegir aquellos bajos en grasa. 

 

Vía: Hola Doctor