La colitis —o el síndrome del intestino irritable— es un trastorno intestinal provocado por ciertos alimentos, infecciones, estrés emocional y traumatismos. Lamentablemente, causa malestares frecuentes, como distención abdominal, diarrea y estreñimiento.

Es posible que afecte tanto a niños como a adultos, aunque los menores son más sensibles al dolor y al malestar. Si bien es una afección que se da por familias —genética—, ciertos alimentos tienden a desencadenar los síntomas, algunos de ellos son: leche, chocolate, cafeína, alimentos grasos, comida rápida y alimentos picantes o condimentados.

Es importante tomar en cuenta que el estrés también desempeña un papel importante, es decir, las personas sensibles al estrés y a los problemas emocionales tienden a sufrir este padecimiento. Esto se debe a que los nervios del colón y el cerebro están conectados, por lo que el estado anímico repercute en el funcionamiento del colon, acelerando su ritmo y disminuyendo el movimiento del estómago.

Síntomas

  • Dolor abdominal.
  • Gases.
  • Pesadez.
  • Distensión.
  • Cambios en los hábitos intestinales.

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Cambios en el estilo de vida

  1. Cuidados alimenticios. Evita comidas pesadas, bebidas con cafeína, alimentos grasos y picantes. Es mejor no consumir todo aquello que parezca desencadenar los síntomas.
  2. Cambios en el estilo de vida. Si los síntomas parecen estar relacionados con el estrés, aprende a manejar las presiones y exigencias relacionadas al trabajo o al hogar.
  3. Actividad física regular. El ejercicio puede ayudar a regular la digestión. Considera que es una excelente opción para liberar el estrés y la ansiedad.
  4. Estrategias para afrontar el estrés. Algunos ejercicios respiratorios, así como la psicoterapia, ayudan a relajar el cuerpo y la mente. 
  5. Medicamentos. Los médicos recomiendan algunos medicamentos para tratar síntomas aislados, algunos de ellos son: laxantes, antidiarreicos y relajantes musculares.

Antes de consumir cualquier fármaco, consulta a un médico. Aunque esta enfermedad no es de riesgo vital, puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen.

 

Vía: Kids Health/ Medline Plus