Hacer elecciones inteligentes para una comida rápida fácil y saludable implica escoger lugares donde tienen más control sobre lo que incluye tu pedido, así lo indica la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.

En una tienda de sándwiches, por ejemplo, es fácil hacer ajustes saludables, como el tipo de aderezo o mayonesa, los vegetales y el tipo de pan. Además, estos negocios suelen ofrecer ensaladas y sopas. Otra opción son los restaurantes con servicio buffet, que ofrecen charolas de donde puedes escoger diversos alimentos para preparar tus propios platos, habiendo opciones vegetarianas o con carne y verduras, incluso a la parrilla, que te preparan en ese mismo instante y rápidamente.

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No obstante, si inevitablemente debes pasar por un negocio de comida rápida con autoservicio tradicional, la escuela nos invita a poner en práctica los siguientes consejos:

  1. Evita los alimentos fritos (por ejemplo, las papas fritas, aros de cebolla, tiras de pollo y pepitas).
  2. Un sándwich de pechuga de pollo sin piel a la parrilla tiene menos grasa saturada que una hamburguesa.
  3. Ordena los tamaños más pequeños, no «sobredimensiones» nada. Asimismo, pedir la versión de menú para niños de la comida rápida favorita de tu hijo(a) puede darle el sabor que anhela con muchas menos calorías.
  4. Omite los lados, orillas y coberturas con muchas calorías.
  5. Evita las bebidas azucaradas y en su lugar escoge agua, té sin azúcar o leche descremada o baja en grasa.

Si quieres saber sobre otros consejos y opciones saludables de comida rápida debido a tu ajetreada agenda, consulta a tu médico y a un especialista en nutrición.

 

Vía: Johns Hopkins Medicine