La falta de tiempo y dinero son excusas comunes cuando se trata de hacer ejercicio y mantener un estilo de vida saludable. Lo cierto es que no necesitas disponer de tanto para mantenerte activo y en forma. Puedes recurrir a rutinas con alta intensidad, descansos cortos y poca duración.

Los beneficios de este tipo de rutinas son múltiples, entre ellos destacan: aumento del metabolismo, pérdida de grasa, ganancia de fuerza, mejora de la condición física y composición corporal, aumento del volumen máximo de oxígeno, mejora de la capacidad aeróbica y anaeróbica, pérdida de calorías horas después del entrenamiento y mayor tolerancia al ácido láctico.

El entrenamiento de corto tiempo y alto rendimiento es ideal para las personas que no les apasiona la idea de ejercitarse a diario. Con apego, es posible cumplir con la rutina de ejercicios a largo plazo, gracias a que genera cambios observables y transformaciones en la salud integral.

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¿Cómo comenzar?

1. Plancha. Haz un ejercicio de plancha durante 40 segundos, descansa 20 segundos y repite cinco veces. Puedes hacerlo en la oficina sin alterar demasiado tus ocupaciones.

2. Caminatas vigorosas. Camina por cinco minutos diarios en forma vigorosa, como mínimo.

3. Sube escaleras. Evita el ascensor, camina hasta tu trabajo y haz pequeños recorridos en la oficina. Además de tonificar tus piernas, mejorarás tu ritmo cardíaco.

4. Haz sentadillas. Alternando durante cinco minutos, realiza 30 segundos seguidos de sentadillas y 30 segundos seguidos de flexiones. Puedes hacer flexiones normales o apoyando las rodillas.

5. Baila por las mañanas. Esto resulta muy efectivo porque brinda mucha energía, la cual te mantendrá despierto y activo por el resto de la jornada. Pon la música de tu preferencia y baila una canción o dos cuando te levantes. ¡Haz la prueba!

 

Vía: Hola Doctor