En general, los humanos tenemos una tendencia a crear «metas para alcanzar la felicidad» en el contexto de «a futuro». Esto significa que cuando una de esas metas o eventos se lleva a cabo, seremos o estaremos felices. Pero, en realidad, la felicidad debe estar en nuestra lista de pendientes del «aquí y ahora».
Por ello, te mencionamos algunos cambios fáciles en tu manera de pensar que puedes realizar justo en este momento, para que impulses vibraciones positivas en cuestión de minutos.
1. Muévete a través del mundo como si se tratara de un lugar amigable en lugar de uno hostil.
Una publicación en el blog Inc. nos invita a concretar este cambio de juego mediante una frase del afamado científico Albert Einstein: «La decisión más importante que tomamos es si creemos que vivimos en un universo amistoso o en uno hostil».
Este punto de vista te permite evitar un enfado o molestia potencial —como un conductor tocándote innecesariamente el claxon en el tráfico— asumiendo una actitud benévola o comprensiva: Decide creer que esta persona simplemente tiene prisa, sin tratar de obstaculizar su viaje por la mañana. Ver el mundo de esta manera conduce a más paz y menos estrés.
Los expertos estiman que aproximadamente el 40 por ciento de nuestra felicidad está dentro de nuestro control, alterada por la forma en la que actuamos y pensamos. Vivir en un mundo feliz, por lo tanto, es una opción.
2. Decide estar agradecido(a) por tres cosas específicas.
Escribe tres cosas por las cuales te sientas agradecido(a) en este momento. Este simple acto puede bajar la presión arterial, disminuir la sensación de soledad y ayudarte a dormir mejor esta noche.
3. Decide ser amable contigo mismo(a).
Decide ahora mismo contrarrestar tu diálogo interno negativo con pensamientos positivos sobre ti, sobre tu apariencia y sobre los dones específicos que le traes al mundo. Habla contigo usando palabras tan amables como las que le dirías a un amigo o amiga. Está demostrado que extender el amor hacia ti mismo(a) y hacia otros incrementa las emociones positivas en general.
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4. Decide dejar de tratar de «ser feliz».
La felicidad viene naturalmente con una vida equilibrada, no de forzar constantemente una sonrisa. Decide que comenzarás a canalizar tu esfuerzo en actividades que te traigan alegría en lugar de perseguir al sentimiento mismo.
5. Decide borrar tu pizarrón del pasado.
Seguramente has hecho cosas de las cuales te arrepientes. Todos las han hecho. Identifica aquellos errores que te están molestando en este momento, enfréntalos y luego decide perdonarte a ti mismo(a). ¡Voila! Un impulso de felicidad instantánea.
Recuerda que debes hacer un esfuerzo para conseguir este impulso todos los días, lo que te llevará a tener una vida larga y feliz.
Vía: The Huffington Post
