Es común que los niños que comparten cuarto en el hogar discutan o peleen. Sin embargo, los papás pueden (y deben) ayudar a promover una convivencia más pacífica entre ellos.

Por lo anterior, la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos enlista las siguientes sugerencias:

  1. Debes estructurar la rutina de sueño de cada uno de tus niños, para que la de uno no sea perjudicial para el otro y viceversa.
  2. Si un niño mayor comparte una habitación con un bebé, espera hasta que el bebé tenga unos meses de edad para reunirlos en el mismo cuarto. Probablemente, esto sea menos perjudicial para el niño mayor.
  3. Explícale a tu niño mayor que su hermano(a) menor podría despertarse durante la noche.
  4. Mediante cualquier dispositivo de sonido, reproduce ruido blanco en el dormitorio, de manera que enmascares los sonidos distractores que lleguen a la habitación.
  5. Siempre separa a tus niños cuando sea necesario, como por ejemplo, cuando uno de ellos esté enfermo.

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Pese a los problemas que puedan tener por compartir habitación, tus hijos también se verán beneficiados por la compañía mutua. Esto porque el compartir cuarto suele afianzar los lazos de unión entre hermanos, creando a su vez nuevos, lo que fortalecerá su sentimiento de formar parte integrante de una familia, a la que considerarán como su principal punto de referencia.

Además, esta experiencia les ayuda a independizarse de los papás, a ser más autónomos y a sentirse “mayores”. El menor, porque tenderá a imitar a su hermano y al compartir el dormitorio con él, sentirá que ha subido de estatus, al nivel de los grandes. El mayor también crecerá en autonomía porque comprobará que sus padres confían en él (y no quiere defraudarlos), por lo que intentará ser un buen ejemplo para su hermano menor.

 

Vía: Health Library / crecerfeliz.es