En los últimos tiempos se ha popularizado la práctica de actividades físicas y ejercicios que promueven un estilo de vida más saludable, por lo que no es de extrañar que surjan nuevos métodos de acondicionamiento físico. Uno de ellos es acudir a un campo de entrenamiento.

La práctica frecuente de ejercicio beneficia la salud integral de las personas. Sin embargo, se debe tener cuidado al experimentar nuevas tendencias, pues desconocer todos sus aspectos puede ocasionar problemas como lesiones.

¿Qué es un campo de entrenamiento?

Se le denomina así a lugares acondicionados para hacer ejercicio, en donde las personas que acuden pueden ponerse en forma con uno o más días de entrenamiento intensivo a la semana.

Su popularidad radica en que en estos lugares se puede desarrollar fuerza, resistencia y agilidad para dominar la rutina diaria.

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Los ejercicios que se acostumbra practicar en estos lugares suelen consistir en una combinación bastante intensa de fortalecimiento muscular y ejercicios aeróbicos.

Consejos

Debido a la popularidad que los campos de entrenamiento han experimentado durante el último tiempo, expertos del Colegio Americano de Medicina del Deporte en Estados Unidos (ACSM, por sus siglas en inglés) han emitido una serie de consejos para elegir uno de estos lugares:

1. Realizar un chequeo médico.- La mayoría de los campos de entrenamiento adoptan ejercicios propios de rutinas militares, por lo que lo mejor es acudir a realizarse una evaluación médica antes de acudir a uno de estos lugares, para verificar que nuestro estado de salud esté en óptimas condiciones.

2. Evaluar la seguridad del lugar.- Se debe preguntar sobre las medidas de precaución que los organizadores toman para prevenir lesiones, así como verificar si revisan el historial de salud de las personas antes de inscribirse.

3. Investigar el entrenamiento de los instructores.- Se debe preguntar o indagar si los instructores están certificados por alguna asociación de ejercicio respetada, así como sus años de experiencia.

4. Atención.- Observar de qué tamaño es cada clase y cuántos instructores hay en cada sesión, para saber si la proporción entre instructores y participantes nos permitirá recibir una atención personalizada.

5. Progreso.- Indagar cómo registran el progreso de los participantes y la efectividad del campo de entrenamiento.

 

Vía: Health Library