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Un nuevo informe del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos indica que los alimentos comerciales para bebés están contaminados con niveles peligrosos de metales pesados como arsénico, plomo, cadmio y mercurio.

Es importante tener en cuenta que los alimentos orgánicos para bebés no son necesariamente mejores, en gran parte porque muchos de ellos contienen arroz integral. Muchas plantas de arroz contienen naturalmente arsénico, y el arroz integral posee más que el arroz blanco.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de dicho país está trabajando para mejorar el control y la regulación de los metales pesados ​​en los alimentos comerciales para bebés. Mientras tanto, es casi imposible saber cuáles son completamente seguros y cuáles no. Los bebés no requieren alimentos sólidos hasta los 6 meses de edad. En ese momento, está perfectamente bien darles alimentos blandos de mesa en lugar de alimentos para bebés. También puedes preparar tu propia comida para bebé, utilizando alimentos al vapor o naturalmente blandos y una licuadora. (Consejo de almacenamiento: puedes verter un puré casero en una bandeja de cubitos de hielo y congelarlo, y luego tomar los cubos que necesites cada vez).

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Con base en la información anterior, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) brinda las siguientes sugerencias para que las familias ayuden a disminuir la exposición de sus bebés a metales pesados ​​en sus alimentos y bebidas:

  1. Dale a tu hijo(a) una amplia variedad de alimentos diferentes (mientras más colores naturales, mejor).
  2. Varía los granos. Como se mencionó anteriormente, es mejor limitar el arroz y los productos de arroz (verifica las etiquetas: el arroz se encuentra en muchos alimentos comercializados para bebés, como bocadillos o galletas). Prueba la cebada, la avena y otros cereales. Cuando cocines arroz, es mejor hacerlo en agua extra y escurriendo esa agua. Procura utilizar arroz basmati blanco y arroz para sushi, que tienen menos arsénico.
  3. Revisa tu agua. Las tuberías viejas pueden contener plomo, que puede filtrarse al agua potable.
  4. Evita los jugos de frutas. No solo pueden aumentar el riesgo de caries y obesidad, sino que muchos jugos comerciales también contienen metales pesados.
  5. Elige pescados saludables. El pescado contiene nutrientes que son muy saludables para el cerebro en desarrollo, pero algunos pescados pueden contener cantidades nocivas de mercurio. Evita la compra de peces grandes, depredadores y longevos como el pez espada, el tiburón o el atún blanco; es mejor elegir pescados como el bacalao, el atún claro, el salmón o el abadejo.

 

Vía: Harvard Medical School