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De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), los bebés necesitan un equilibrio de nutrientes para crecer adecuadamente y mantenerse saludables.

Y aunque la leche materna es la mejor manera para lograr esto, las leches de fórmula caseras a veces pueden ser necesarias debido a que mamá no puede amamantar, pero no siempre lograrán satisfacer las necesidades nutricionales de tu bebé.

Por lo anterior, la AAP brinda algunas recomendaciones respecto a la fórmula casera para bebés, a fin de proteger la salud de tu pequeño:

  1. Elige fórmulas lácteas que hayan sido evaluadas y aprobadas por las agencias sanitarias de tu país.
  2. Prepara la fórmula siguiendo las instrucciones de la etiqueta, a menos que tu pediatra indique lo contrario debido a una necesidad médica especial de tu hijo.
  3. No alimentes a tu bebé menor de un año con leche obtenida de vacas muy jóvenes ni con sustitutos de leche, como bebidas de almendra o soya.
  4. No utilices fórmulas importadas de otros países.
  5. No agregues exceso de agua a la fórmula en polvo ni a la fórmula líquida no concentrada.

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Consideraciones importantes

Aunque alimentar a los bebés con leche regular o preparar fórmula casera era común hace algunas décadas, los expertos ya no las consideran prácticas seguras ni recomendadas. En muchas naciones, las leyes y otras normas gubernamentales son muy estrictas respecto a todas las fórmulas infantiles comerciales, a fin de que cumplan con los estándares de calidad y posean los ingredientes señalados en la etiqueta, para asegurar que realmente promuevan el crecimiento y desarrollo saludables de los bebés.

Asimismo, la AAP advierte que las mezclas de fórmulas que se ofrecen en línea o que son preparadas a partir de otros recursos podrían carecer de ciertos componentes esenciales, como suficiente hierro o vitaminas para tu bebé. También pueden contener demasiada sal u otros ingredientes que, tanto los riñones como el hígado de tu pequeño, no podrán manejar en grandes cantidades.

Finalmente, la academia señala que los productos lácteos regulares como la leche de vaca o sus alternativas como la leche de soya o de almendras, no están fabricados con la cantidad correcta de nutrientes importantes, como lo son las proteínas, el hierro y las vitaminas necesarias para un bebé.

Si tienes más dudas sobre la alimentación de tu bebé, consulta a tu pediatra y a un especialista en nutrición infantil.

 

Vía: Health Day News / healthychildren.org