azucarLa mayoría de las personas consume azúcar y sal sin tomar en cuenta los niveles recomendados por las organizaciones de salud, mismas que consideran a estos dos elementos como un peligro para el organismo. Si bien es posible quitar estos ingredientes de la mesa, el riesgo persiste, pues la mayoría del azúcar y la sal que consumimos —70%— está agregada en los alimentos ya preparados.

Es cierto que el azúcar en forma de glucosa aporta energía al cuerpo; sin embargo, no es necesario consumirla, pues el cuerpo convierte los carbohidratos en glucosa. De acuerdo con expertos, existe un vínculo entre el azúcar, la hipertensión, la diabetes y la insuficiencia cardíaca.

En cuanto a la sal, a pesar de ser la principal fuente de sodio —necesario para que organismo funcione—, el exceso puede perjudicar los riñones y el corazón, provocando problemas en la presión arterial.

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Sigue los siguientes consejos y evita la ingesta excesiva de estos componentes.

  1. El azúcar agregada debe representar menos del 10% del total de las calorías diarias. Consume 24 gramos por día, como máximo. Evita los refrescos o jugos envasados. A su vez, baja la cantidad de azúcar que utilizas para tu café o té.
  2. Come frutas enteras en lugar de tomar sólo el jugo. Toma en cuenta que un vaso de jugo tiene las mismas calorías que tres frutas enteras.
  3. Limita el consumo de sodio a 2,300 mg por día —una cucharadita de té—. Considera que es muy fácil llegar a este límite si se consumen alimentos procesados.
  4. Evita los alimentos enlatados, sopas y ciertas comidas congeladas. Elige alimentos frescos y cocina sin sal.
  5. Ten cuidado con las salsas y condimentos. Recuerda que los aderezos, así como la salsa de soya, la cátsup y las aceitunas, contienen mucho sodio. Procura leer las etiquetas y no ignorar la información nutricional de los alimentos.

Aunque en un principio te parezca complicado alejarte de estos ingredientes, te aseguramos que comenzarás a ver los resultados muy pronto. El esfuerzo se verá reflejado en una vida más saludable y con menor riesgo de padecer enfermedades crónicas.

 

Vía: Asociación Americana del Corazón/ Medline Plus