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La incontinencia urinaria suele afectar el bienestar físico y emocional de las personas que la sufren. Si bien puede estar ligada a causas externas, como tos, estornudos o ejercicios de alto impacto —incontinencia por estrés—; también puede surgir como una necesidad repentina e impredecible de orinar, con escapes de pequeñas a grandes cantidades de orina —incontinencia de urgencia—.

Comúnmente, se presentan características de ambas categorías, situación que puede tratarse con el diagnóstico y tratamiento oportunos. En tanto, ¿cómo enfrentar los síntomas y el impacto en la calidad de vida? Aquí algunos consejos.

1. Consulta a un médico.

El primer paso es consultar a un especialista para conocer el motivo de la enfermedad y encontrar soluciones. Existen factores fácilmente identificables y controlables que pueden causar o empeorar la incontinencia. No dudes en pedir ayuda.

2. Apégate al tratamiento.

Antes de optar por la medicación o alguna cirugía, es importante considerar ciertos cambios en el estilo de vida, así como las terapias conductuales y físicas. Los ejercicios de Kegel pueden funcionar. Sigue un programa de ejercicios guiados y personalizados.

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3. Cambia tus hábitos diarios.

Limita el consumo de bebidas que irritan la vejiga —alcohol, café, té negro, té verde, refrescos con ácido cítrico añadido, entre otros—. Asimismo, presta atención a la cantidad de líquido que ingieres y disminuye su consumo por la noche.

4. Cuida tu peso.

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para la incontinencia urinaria. Afortunadamente, los pacientes con sobrepeso que reducen su índice de masa corporal tienen menos probabilidades de experimentar la enfermedad, según un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society.

5. Realiza ejercicio.

Las personas físicamente activas son menos propensas a sufrir incontinencia urinaria. Esto puede relacionarse con un mejor tono muscular en el núcleo y el piso pélvico. ¡Actívate todos los días!

 

Vía: Hola Doctor