Tener problemas para pasar los alimentos -tragar o deglutir- consiste en la sensación de que los alimentos o los líquidos se quedan ‘atorados’ en la garganta o en algún punto antes de que lleguen al estómago.

Este problema, conocido médicamente como disfagia, también puede ocasionar dolor al pasar los alimentos. Algunas personas pueden incluso carecer totalmente de la capacidad de tragar o tener problemas para pasar líquidos o saliva.

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En algunos casos, estos problemas pueden ocasionar que sea verdaderamente complicado lograr que una persona ingiera las calorías y líquidos suficientes para nutrir el cuerpo.

¿Cuáles son las causas?

Aunque cualquier persona puede llegar a tener un problema para pasar alimentos, suele ser más frecuente en adultos mayores. La disfagia puede ocasionarse debido a trastornos cerebrales o nerviosos, estrés o ansiedad, o problemas que involucran el esófago, el tubo que va de la garganta al estómago.

Entre sus causas más comunes se encuentran:

1. Trastornos del sistema nervioso, como la enfermedad de Parkinson y la parálisis cerebral.

2. Problemas en el esófago, incluyendo la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

3. Derrame.

4. Traumatismos en la cabeza o médula espinal.

5. Cáncer de cabeza, cuello o esófago.

Síntomas

Se puede sospechar que se tiene disfagia cuando se observan las siguientes señales:

-Toser o ahogarse, ya sea durante o después de comer.

-Sonidos de gorgoteo de la garganta, durante o después de comer.

-Aclaramiento de la garganta después de beber o tragar.

-Masticar o comer lentamente.

-Devolver el alimento al toser después de comer.

-Tener hipo después de comer.

-Molestia en el pecho durante o después de comer.

-Pérdida de peso inexplicable

Estos síntomas pueden ser leves o graves.

Consideraciones

Es importante que ante la presencia frecuente de alguno o varios de los anteriores síntomas, una persona acuda con un médico, ya que solo un profesional de la salud puede diagnosticar un caso de disfagia y brindar el tratamiento adecuado.

La mayoría de los casos pueden tratarse con medicamentos, pero algunas personas pueden necesitar cirugía. Como parte del tratamiento se suele incluir modificaciones en la dieta o sostener la cabeza o el cuello en determinada posición al comer.

 

Vía: Medline Plus