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En tiempos de COVID-19, las videollamadas nos ayudan a realizar nuestros trabajos y nos mantienen conectados con amigos y familiares. Entonces, ¿por qué tanta gente lo encuentra estresante y agotador?

Desde que comenzó la pandemia, hemos dedicado mucho más tiempo a las videollamadas, y esto puede afectar nuestro bienestar. En primer lugar, es común que se presenten problemas de sonido, problemas técnicos y bloqueos de pantalla con los que hay que lidiar, así como la necesidad de llenar cualquier silencio cuando miras a las personas en una pantalla.

Y al estar distanciados físicamente de los demás, podemos sentirnos presionados a aceptar cada invitación de videollamada que nos hagan. Quizás desees apagar tu computadora portátil, pero es difícil hallar una excusa para no unirse a videoconferencia grupal cuando, técnicamente, no tienes otro lugar a donde ir.

Pese a lo anterior, las videollamadas siguen siendo una gran manera de mantenernos en contacto con otras personas en un momento en donde la soledad representa un riesgo clave para nuestra salud.

Entonces, ¿qué puedes hacer para reducir la ansiedad cuando te conectas virtualmente? Aquí algunas sugerencias:

1. Evita las llamadas consecutivas

En primer lugar, es importante evitar hacer videollamadas consecutivas, si te es posible. «Esto es agotador porque tendemos a estar estacionarios en estas llamadas, y nos damos menos oportunidades de recuperarnos de cada intercambio», señaló Emma Russell, profesora de psicología ocupacional y organizacional en la Universidad de Sussex, en Reino Unido.

«El cambio constante de atención de un tema a otro, de una reunión a otra, con menos descansos, y con menos oportunidades de levantarse y caminar, puede ser agotador», agregó la académica.

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2. Pasa tiempo lejos de tu computadora

Si no tienes la energía para hacer videollamadas a tus amigos cada dos días, entonces no lo hagas. También es importante tomar descansos de tu computadora, ya que pasar demasiado tiempo frente a la pantalla también puede afectar negativamente tu sueño.

Si puedes salir, caminar o tomar aire fresco te ayudará a reducir los sentimientos de ansiedad. Si tienes que quedarte en casa, apagar tu computadora portátil y hacer otra cosa (como estiramientos o ver un video de entrenamiento) puede ser un buen descanso.

«Practica la respiración profunda y asegúrate de pasar suficiente tiempo lejos de la pantalla de tu computadora saliendo al aire libre para realizar tu ejercicio diario, o en tu patio o jardín si son tus únicas opciones», aconsejó la psicóloga Charlotte Armitage, miembro de la Sociedad Británica de Psicología.

3. Establece reglas

También puede ayudarte el establecer reglas y códigos de etiqueta social para una videollamada laboral, de manera que las personas no tengan que preocuparse por cómo actuar.

«Los gerentes o anfitriones podrían dar permiso a las personas para desactivar el uso compartido de la cámara por períodos durante las reuniones, para que los asistentes puedan descansar de la autorregulación constante y tengan la oportunidad de ponerse de pie, estirarse y moverse», apuntó Russell.

Si no debes hablar o dar una presentación, intenta apagar tu video y micrófono. «El monitoreo social pasivo es mucho menos fatigante que el compromiso social activo», añadió Thomas Hills, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Warwick, en Inglaterra.

4. Reduce tu incomodidad

Según Hill, algo que ayuda mucho es tomar la perspectiva de las personas al otro lado de la cámara. Salúdalos, sonríe, di algo agradable como lo harías normalmente», recomendó Hill. «Para hacer que las videollamadas sean más familiares, tenemos que hacerlas más humanas, y podríamos estar a punto de descubrir cómo hacerlo».

Si estás luchando con tu salud mental, debes comunicarte con tu médico de cabecera para obtener asesoría sobre un mejor curso de acción para ti. Si crees que podrías estar luchando con la ansiedad social, la terapia de conversación podría ayudarte. Puedes solicitar sesiones privadas de terapia en video con tu sistema de salud local.

 

Vía: Patient