Un pediatra es un médico que tiene una formación especializada para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades y lesiones en niños. También están preparados para ayudar en caso de que un pequeño presente trastornos del desarrollo, problemas de comportamiento, emocionales y sociales.

Entre las principales responsabilidades de un pediatra se encuentran:

-Ayudar a los padres a mantenerse al tanto de la salud de su hijo.

-Explicar a los padres el crecimiento y desarrollo de su hijo y lo que deben esperar.

-Diagnosticar y tratar las enfermedades leves o de moderada gravedad.

-Ofrecer referidos y colaborar con especialistas en caso de enfermedades que requieran una experiencia especial.

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Debido a que el pediatra es la mejor opción para acudir cuando se presentan preguntas o preocupaciones relacionadas con la salud de un hijo, es importante que los padres mantengan una buena relación con ellos.

¿Cómo conversar y mantener una relación adecuada con el pediatra?

Tener una comunicación abierta y manteniendo expectativas razonables es la clave para conversar y establecer una relación buena entre el pediatra, los padres y los hijos.

Para fomentar una adecuada relación con el médico de su hijo y el personal de su consulta, se recomienda que los padres de familia tomen en consideración los siguientes consejos:

1. Mantenerse concentrado durante las visitas.- Se deben evitar las distracciones durante las visitas, para poder prestar la mejor atención a las indicaciones que el médico da. También se debe evitar desviar el tema de la visita. No se debe usar una visita por enfermedad para discutir sobre problemas del comportamiento que puedan necesitar una evaluación más a fondo.

2. Mantenerse informado (pero sin exagerar).- Actualmente en internet se puede conseguir fácilmente información sobre temas de salud. Si bien es importante que los padres se informen al respecto, no es realista esperar que el médico del niño evalúe cada información que los padres encuentren en línea. Lo que sí es recomendable es pedir al médico que recomiende algunos recursos o sitios web de su confianza donde los padres puedan conseguir información confiable.

3. Preguntar todo lo que se necesite saber antes de dejar el consultorio.- Antes de marcharse de la oficina del médico, los padres deben asegurarse de conocer las visitas de seguimiento, pruebas de laboratorio o análisis de sangre que su hijo necesite. Además de haber tomado nota sobre las instrucciones para no olvidarlas, y si no se conoce cómo administrar un medicamento, preguntar al médico antes de marcharse.

4. Seguir las reglas.- Se debe respetar el horario del médico llegando a tiempo a las citas, o con unos minutos de anticipación. En caso de una demora imprevista, llamar a la oficina. Cuando se tenga que cancelar o cambiar una cita, avisar con un mínimo de 24 horas de anticipación.

 

Vía: Kid’s Health