Los jabones tradicionales se elaboran combinando grasas o aceites con un álcali (cualquier sustancia que presente propiedades alcalinas), como el cloro. Sin embargo, la mayoría de los limpiadores corporales son en realidad productos detergentes sintéticos, así lo señala la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Por lo tanto, existen muy pocos jabones puros en el mercado hoy en día, afirma la agencia.

De acuerdo con la FDA, los ingredientes y la comercialización del producto determinan la manera en la que éste será regulado, es decir, si cumple los requisitos para poder ser puesto a la venta y que, efectivamente, es el producto que dice ser. Para ello, debes conocer estos importantes datos:

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  1. Para ser regulado como «jabón», el producto debe estar compuesto principalmente por «sales alcalinas de ácidos grasos», es decir, el material que se obtiene cuando combinas grasas o aceites con un álcali, como el cloro.
  2. Además, para ser reconocido como un «jabón», esas «sales alcalinas de ácidos grasos» deben ser el único ingrediente limpiador. Si el producto contiene un detergente sintético, se reconoce como un cosmético, no como un jabón.
  3. Para ser regulado como un «jabón», el producto también debe etiquetarse y comercializarse para su uso exclusivo como jabón. Si está destinado, por ejemplo, a humectar la piel, hacer que el usuario huela bien o desodorizar el cuerpo del usuario, es un cosmético.
  4. Si el producto está destinado a matar gérmenes o tratar afecciones de la piel como el acné o el eccema, se reconoce como un medicamento, según la FDA.

 

Vía: Health Day News